Volando sobre la iglesia

Es un pequeño reportaje hablando de unos seres mitológicos, inclasificables, que han sido siempre protagonistas de controversias acerca de su existencia real y de los que seguro que habréis oído hablar. Me estoy refiriendo a las gárgolas.

Estos seres a los que todos asociamos unidos a los edificios góticos, especialmente las iglesias y catedrales, se han representado de mil maneras diferentes, con un aspecto más humano, más animal, mezcla de ambos y casi siempre con un toque siniestro y demoníaco.

Según los cánones tradicionales la función de las gárgolas era preservar esos lugares vigilando que sólo los puros de corazón pudieran entrar, atacando y llevándose al infierno con ellas a los que intentarán cruzar sus puertas sin serlo.

No dejaba de ser paradójico que se adjudicara la tarea de defender los lugares sagrados a bestias demoníacas, pero así nos lo cuenta la tradición.

Por supuesto esas figuras que siempre aparecían visibles en las alturas en lugares estratégicos, también cumplían otras tareas más mundanas como servir de canalización para desaguar el agua de lluvia, por ejemplo.

Ahora bien, esas tareas prácticas las realizaban en su forma pétrea, debiendo convertirse en criaturas vivientes para sus labores más oscuras.

De ahí ha venido siempre la discusión sobre si realmente esas monstruosas gárgolas tenían esa capacidad, discusión alimentada por algunos testimonios de testigos, que a lo largo de los siglos han narrado encuentros increíbles con seres que cualquiera hubiera tomado por gárgolas venidas del mismísimo infierno.

El vídeo que como dije rescato ahora, habla un poco sobre todo ello, comenzando por un famoso caso que tuvo lugar en 2010 en la localidad de Guánica, ubicada en Puerto Rico y que básicamente fue estudiado porque se dio a conocer una fotografía tomada de noche y la verdad con no demasiada calidad, que al parecer tomó un turista y en la que parecía verse un genuina gárgola posada en un poste.

Posteriormente se pudo determinar con seguridad que la foto era un montaje y el caso fue olvidado.

Se entran después en varias entrevistas para reflejar diversos datos sobre estos seres, relatando anécdotas curiosas, como la que relata que las gárgolas no serían más que los representantes en forma animal o de criatura, del ídolo pagano Baphomet, de corte más bien demoníaco, como denotaba su aspecto con barba y cuernos.

Este ídolo tuvo su importancia en la antigüedad y de hecho cuenta la leyenda que era adorado por ejemplo, nada menos que por los míticos Templarios. De hecho diversas fuentes mencionan que este fue uno de los motivos de su caída en desgracia ante la Iglesia de Roma, que ocasionó la persecución y desaparición final de la Orden.

Pero volviendo al vídeo, aparte de las opiniones de las personas que son entrevistadas, se narra al final otro caso que entonces era de actualidad y que poco menos que acababa de darse a conocer.

Ese el que os animo a conocer si lo desconocíais. Se trata de una filmación de pocos segundos que obtuvo otro turista en el bello Templo Expiatorio del Santísimo Sacramento, una de las iglesias más conocidas de la localidad de Guadalajara, en el mejicano estado de Jalisco.

Como suele suceder en estos casos, la familia protagonista juró y perjuró que la filmación es del todo accidental pues ellos simplemente estaban sacando la belleza del lugar como recuerdo de sus vacaciones. De hecho afirmaron que ni siquiera recuerdan haber tenido constancia de nada raro durante el directo.

Su sorpresa vino cuando revisando posteriormente las imágenes filmadas, se dieron cuenta de que habían obtenido un testimonio nada normal, pues en un determinado momento se puede ver como una aparente gárgola vuela de una torre del templo a la otra, ocultándose después.

Son justo esos segundos los que aparecen reproducidos en el vídeo con el reportaje del final de la entrada. En concreto podéis verlos a partir de los 04:18 minutos.

Por lo que pude conocer entonces, en esta ocasión no se llegó a determinar fehacientemente la existencia de un fraude consciente. Otra cosa es determinar qué extraña criatura se cuela en el vídeo familiar.

Indudablemente no parece, ni por aspecto ni por tamaño, ningún ave de las locales y desde luego es muy tentador imaginar por su ubicación que podría tratarse de una gárgola mutando desde su estado pétreo e inanimado, al viviente.

Por supuesto la interpretación es libre, dado que como digo no hubo ningún estudio que llegara a una conclusión inapelable en un sentido o en otro.

Es cierto también que el vídeo acabó cayendo en el olvido y no es desde luego uno de esos vídeos estrella que nunca dejan de estar en boca de todos a pesar del paso del tiempo y que cada cierto tiempo vuelven a estar de moda.

Puede ser porque realmente no merezca más atención o también está quién dice que precisamente se ha intentado que pase al olvido por ser real. En fin las teorías también son a gusto del consumidor.

En cualquier caso lo que sí es cierto es que esos escasos segundos de vídeo son ciertamente inquietantes.