A todos nos gusta pensar que en nuestras casas, nuestros hogares, vamos a estar a salvo de peligros y nos encontramos protegidos.

Por ello los fenómenos extraños que nos suceden en ese refugio resultan mucho más inquietantes, pues nos crean la inquietante sensación de no tener dónde escondernos.

Ni siquiera hace falta que algo nos ocurra en el interior, pues basta con que algún hecho desconocido tenga lugar en el exterior o alrededores para que esa sensación aparezca de modo inevitable.

Es lo que ocurre con la historia siguiente, que como muchas otras hoy en día cuenta con el inefable testimonio de una cámara de seguridad.

Por ello contamos con el vídeo grabado por la familia protagonista, los Dillin, que en este caso está además aderezado con sonido, que también tiene su importancia aquí.

Todo tiene lugar en la norteamericana ciudad de Kansas (La ciudad del estado de Oklahoma, que no hay que confundir con el estado de Kansas, ni con la también ciudad de Kansas City, en Missouri) y los anfitriones son unas personas normales y corrientes que han visto perturbada su vida cotidiana por un extraño fenómeno que sucede en su porche trasero por las noches.

Resulta que estando en casa, empezaron a oír unos inquietantes golpes rítmicos en el cristal exterior que daba al mencionado porche, como unos golpes secos que se repetían. Las primeras ocasiones que se aventuraron a salir no vieron nada, por ello decidieron estar atentos a las grabaciones de la cámara de seguridad que tenían precisamente en ese punto y que era capaz de grabar de noche.

Al revisarlas encontraron que un misterioso ser volador aparecía en las imágenes y parecía ser el causante de los ruidos al chocar repetidamente contra el cristal. La familia fue incapaz de identificar a la criatura, a pesar de que lógicamente estaban familiarizados con insectos y otros bichos de la zona.

No obstante, por si acaso rociaron la zona con diversos sprays insecticidas, pero no lograron resultado alguno, al menos con su esquivo visitante, que seguía acudiendo por las noches para atemorizarles con sus vuelos y ruidos.

Tampoco cambió la situación el hecho de dejar apagadas las luces del porche, pues los ruidos se seguían oyendo.

En un alarde de imaginación y ocurrencia, recordando Halloween, incluso decoraron su porche con un esqueleto y otros accesorios en la idea de quizá asustar a lo que les asustaba a ellos y hacer que se le quitaran las ganas de visitarles.

Finalmente sus imágenes se hicieron públicas ocasionando el consiguiente revuelo y haciendo que los noticieros locales se interesaran por ellas y buscaran explicaciones con la opinión de los expertos.

A la vista de la filmación, éstos quieren pensar que los visitantes nocturnos de la familia Dillin, son grandes polillas nocturnas, posiblemente de la familia de las esfinges luna, insectos que pueden alcanzar tamaños considerables.

Dado que no gozan de un sistema de ecolocalización tal como si tienen por ejemplo los murciélagos, tendrían tendencia a golpearse contra el cristal en sus vuelos, lo que sería la causa de los rítmicos sonidos.

Podría pensarse en algo así a tenor de lo que se puede observar en el vídeo, aunque es cierto que la noche y seguramente la cercanía a la lente, junto con la velocidad de vuelo, provoquen que la imagen salga algo distorsionada.

Abajo tenéis la ocasión de contemplar lo grabado por la cámara de seguridad, para que opinéis en función de los datos conocidos hasta ahora.

Es una grabación del programa de noticias “KFOR Oklahoma´s News”, cuando comentaron el suceso. Aparecen la presentación de los reporteros, el relato de los protagonistas y las observaciones de un experto, en este caso Micah Holmes, del Departamento de Vida Salvaje del Estado y Alex Herman, entomólogo de la Universidad Estatal.

Todo ello junto por supuesto a las controvertidas imágenes del ser volador. Eso sí, poned también los altavoces para poder escuchar también el ruido producido.

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