Ya dije que a veces parece que los muestrarios de testimonios sobre un mismo tema se juntan en el tiempo y aparecen todos a la vez, incluso aunque en realidad hayan ocurrido en diversos espacios temporales.

Es lo que me está pasando últimamente con las historias sobre cámaras de seguridad y gatos, pero ya que es así, aquí tenéis otra más para contar.

Solemos ver de ese modo desconcertantes imágenes que nos hacen pensar en animales fantasmales o con capacidades paranormales.

Pero esta vez tenemos una muestra de las que van más bien en la otra dirección y acaban por formar parte de las filas de casos explicables o directamente fakes desde el principio.

Me hicieron llegar el vídeo para que opinase y por ello así lo hago. Tenemos aquí una vez más una situación de cámara de seguridad grabando en la noche y captando algo aparentemente anormal.

La sugerencia es que tendríamos otro ejemplo más de aparente gato fantasma pillado por el imparcial objetivo, pero me temo que desde luego no es así, al menos esta vez.

Podemos ver cómo en el ángulo de visión que muestra lo que parece el porche de una casa particular, aparece de improviso un etéreo animal que marcha a través de lo que da la impresión de ser una neblina igual de fantasmal, creando un efecto que no está mal.

Pero las imágenes no aguantan mucho análisis. En primer lugar, el gato. Es evidente que es un minino vivito y coleando en una patrulla nocturna más que normal en busca de comida.

De hecho, da la impresión de llegar a comer en los recipientes junto a la silla, que claramente parecen para mascotas. Por lo demás, el brillo de sus ojos ante la luz infrarroja, los movimientos de cola, orejas, cabeza, cuerpo, todo es completamente normal y cuadra al cien por cien con un hermoso gato en buen estado.

Se podría decir que lo que no cuadra mucho es esa neblina que además parece una prolongación del animal, puesto que no se extiende por toda la escena sino que únicamente parecer rodear y seguir en todo momento al felino, a modo de gigantesco halo.

Desde mi punto de vista y antes de pensar en una simple manipulación de las imágenes, que ya puestos a ello podrían haber sido más efectistas, querría pensar más bien en un fallo de la cámara, en una sobreexposición producida por el propio animal y su movimiento, que tuvo como consecuencia que las imágenes se malinterpretaran en el procesamiento, dando lugar a ese aparente “doble gato” o “sobrecuerpo fantasma”, que le acompaña todo el tiempo.

Eso, no es algo completamente inusual en las imágenes nocturnas que se sirven de la luz infrarroja, ya que pueden dar lugar a errores en la presentación final de los cuadros grabados, debido a malas interpretaciones de procesado en colores, luces, sombras, formas o movimiento.

Cierto es que este clip en concreto, que a mí me mandaron como fichero de vídeo, fue subido en realidad a Youtube por una usuaria sin apenas seguidores, hace unos siete meses y que ella misma ya lo llamaba “gato fantasmal extraviado pillado por la cámara”.

Indicaba además claramente en el detalle, que no se trataba de un gato fantasma, sino de uno normal andando a través de la niebla, aunque destacaba cómo esa misma niebla parecía fluir alrededor del minino y seguirle en todo momento.

Vamos que la propia usuaria ya dejaba claro que el gato era de carne y hueso. Eso sí, si tu veías simplemente el vídeo, sin esas referencias o con el simple comentario de “gato fantasma”, podían llegarte las dudas.

Ahora para terminar, como en ocasiones precedentes os muestro las imágenes, de forma que podáis expresar si también a vosotros os asalta alguna duda o si entendéis que todo va en la línea que os he contado.

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