Serpientes cántabras
Cantabria es sin duda una región ligada al mundo mágico desde la remota antigüedad. Son numerosas las historias que hablan de hechos y lugares misteriosos en su territorio y también de seres mitológicos diversos como hadas, duendes, o incluso algunos propios y exclusivos de allí como las Anjanas o los Ojáncanos.
No produce extrañeza por tanto que en algunas de dichas historias populares aparezcan seres mágicos del reino animal. Es el caso que nos ocupa ahora.
Los dragones o serpientes fabulosas han aparecido en los relatos de casi todos los pueblos antiguos a lo largo y ancho del mundo. Nuestro país no iba a ser una excepción pero quizá aquí las leyendas sean más desconocidas en general y muchas con el transcurso del tiempo y la modernidad han acabado quedando casi ocultas en el saber tradicional de las gentes.
Sin embargo aún así han llegado a nosotros antiguas leyendas como la que hace referencia a lo sucedido en los albores de nuestros tiempos en la conocida San Vicente de la Barquera, donde entre sus acantilados existe una cueva llamada del Cuegle en la que habitaba un feroz dragón, al que los lugareños se veían obligados a ofrecer el sacrificio anual de una doncella para aplacar su ira.
Sucedió que en una ocasión, la doncella elegida era una fervorosa creyente y viéndose ya perdida, mientras veía acercarse al dragón rezó con toda su fe pidiendo la protección del Apóstol Santiago. Éste apareció súbitamente desde el cielo a lomos de un blanco corcel y se enfrentó al dragón matándolo tras una breve lucha. Desde entonces los lugareños pudieron respirar tranquilos, pero nunca olvidaron el extraordinario suceso que se ha venido transmitiendo de boca en boca hasta la actualidad.
Sin embargo, los testimonios que explicaré a continuación tienen la característica de no venir fechados en una lejana época sino que corresponden a un tiempo bastante más reciente, en concreto a la década de los 70 del pasado siglo XX.
En efecto, por curioso que parezca, en esos años surgieron o revivieron nada menos que cuatro dragones o grandes serpientes en las tierras cántabras. Veamos esas historias.
Valdició es una bonita población, perteneciente al municipio de Soba y enclavada en un precioso entorno natural en plenos Valles Pasiegos. En sus inmediaciones existe un lugar conocido como “Peña de las Espinas” que se convirtió en el centro de la noticia cuando a principios de la década de los 70, estando próxima la Semana Santa, una mujer del lugar dijo haber visto allí una especie de gran serpiente o dragón en la entrada de una cueva situada en aquella peña.
En poco tiempo se sumaron a las visiones varios lugareños más que describieron cómo la serpiente bajaba de la peña al cercano río o a una fuente también cercana y cómo subía rauda de nuevo a ocultarse en la cueva. Describieron también el sonido que producía como silbidos fríos y penetrantes y en cuanto a su descripción física había coincidencia en que poseía un gran cuerpo de serpiente, alas y cabeza con aspecto vacuno.
Tanto es así que se desplazaron al lugar enviados de medios de prensa local y nacional y durante unos meses, la serpiente de Valdició se mantuvo como noticia.
Se especulaba con que era el guardián de un tesoro que había dentro de la cueva, pero que nadie encontró nunca.
Finalmente, acabó cayendo en el olvido y no hay referencias de nuevas apariciones del ser desde entonces.
Mientras, en otro caso similar sucedido esta vez en Secadura, perteneciente al municipio de Voto, se cuenta que en el verano de 1978 un habitante del lugar se quedó de piedra al observar nadando en el río a una gran serpiente que según contó tenía el grosor de un tronco y que además estaba acompañado por varias otras de menor tamaño, como si fueran sus crías. Por si fuera poco emitían un sonido que el hombre describió como el de una segadora.
Se decía por la época que tal animal atacaba a las vacas de los prados cercanos y aunque no hay más relatos de observaciones directas, sí hubo gente que dijo haber escuchado su sonido en los siguientes tres años, siempre durante el verano. A partir de 1982 no volvieron a producirse más testimonios al respecto.
Un años antes, en concreto a finales de los años 60 y en el pueblo de Sarón, perteneciente al municipio de Santa María de Cayón, fueron muy comentadas en la región las noticias sobre un supuesto monstruo con forma de serpiente que se había podido vislumbrar en un par de ocasiones emergiendo del lodo, en una zona pantanosa próxima al pueblo. Mucha gente de los alrededores se acercaba al lugar en busca de una foto y si bien es cierto que frecuentemente se podían observar movimientos y burbujeos en la superficie que los lugareños achacaban al respirar o al desplazamiento del animal, no hubo ninguna observación completa y concluyente.
Posteriormente se ofrecieron como explicación de los movimientos observados la fermentación de los compuestos gaseosos producidos naturalmente por la ciénaga.
Por último y también sobre los años 70, se habló de otra serpiente similar a la de Valdició, pero que fue observada esta vez en la población de Matienzo, perteneciente al municipio de Ruesga. Hubo un testigo principal que dijo haber visto un ser de tipo reptiliano y gran tamaño merodeando por las cercanías de otra cueva.
Lamentablemente ninguno de estos testimonios cuenta en su apoyo con documentación gráfica de ningún tipo, por lo que todo quedó reducido a la credibilidad que se quisiera dar a los testigos.
Aunque, quién sabe si ahora en esta época presente tan tecnológica, en cualquier momento pueda ocurrir que uno de esos seres se muestre menos tímido y algún afortunado paseante consiga una foto o filmación que coloque de nuevo el tema en primera línea de actualidad.
Etiquetas: Criptozoología • Leyendas • Reptiles
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