Hace un tiempo os presenté el curioso caso de las gemelas “Iriss” y “Abyss”, unas encantadoras gatitas que presentaban una característica realmente llamativa y visualmente, nunca mejor dicho, impactante.
Si no os viene a la memoria, os recuerdo el enlace a la entrada en la que hablaba de ellas por si queréis repasarla antes:

https://www.misterioanimal.com/iriss-y-abyss.

Esa heterocromía que ambas hermanas presentaban por igual, produciendo ojos de dos colores diferentes, es desde luego una cualidad rara y nada frecuente.

Es además una circunstancia que, aunque se entiende más o menos la cadena de condicionantes genéticos que la desencadenan, no se ha logrado reproducir fehacientemente de tal forma que se pudiera controlar a la carta.

Tal como nos gustan las modas y la fotogenia en las redes actualmente, imagino cómo sería de popular algo así entre los criadores de postín y el público consume todo, por ello mejor que siga siendo un fenómeno puramente natural que simplemente se da cuando se da.

En cualquier caso, teniendo por tanto esta broma de la Naturaleza su punto de misterio, lo que os venía a presentar hoy es otro caso similar pero que todavía da una vuelta de tuerca más, convirtiéndose que yo sepa, en algo único.

En los ejemplos conocidos y populares hasta ahora, como las gemelas Iriss y Abyss, los gatos presentan cada ojo de un color diferente sí, pero, y aquí está lo fundamental, uniforme. Por ejemplo azul y verde.

Por ello seguro que os quedaréis con la boca abierta cuando os presente a nuestra protagonista de hoy, la bonita “Olive”, otra simpática gatita.

¿Y qué tiene de especial con respecto a los otros? Pues una extraordinaria combinación de color.

Sí, porque Olive también posee unos cautivadores ojos heterocromáticos, pero con una importante salvedad que los hace hipnóticos y únicos, pues no se trata de que cada uno sea de un color, sino que ambos poseen dos colores perfectamente distribuidos y simétricos.

Cuando ves las imágenes es difícil evitar pensar que están retocadas o se han creado artificialmente, sin embargo no es así y son producto de un “Si no quieres caldo toma dos tazas” creado por la Naturaleza para medir todavía más nuestra capacidad de asombro.

Obvia decir que la gata ha hecho las delicias de los internautas y por supuesto se ha convertido en una estrella, que dispone, como no podía ser menos, de su propia cuenta en Instagram.

Desde su casa inglesa en Derbyshire, que comparte con su propietaria Kim y sus otros tres gatos, todos buenos amigos, Olive se asoma así al mundo.

La mujer ha contado además en diversos medios de su país que cuando la adoptó como otra compañía más para ella y sus otros gatos, ni siquiera se había formado completamente esa disposición de color, que fue haciéndose evidente unos meses después.

Esto tampoco tiene nada de raro, como sabréis muchos amantes de los gatos, pues es muy habitual que al principio los gatitos presenten una tonalidad diferente en los ojos. Por ejemplo pueden empezar siendo azules para luego terminar verdes.

Pero desde luego lo que no tiene nada de habitual es que el patrón ocular acabe convirtiéndose en uno tan espectacular como el de Olive.

Sus bellos ojos a la vez azules y anaranjados han enamorado a todos, también a algún que otro científico, pues su propietaria ha tenido alguna petición para poder estudiar a la gatita y su singularidad.

Singularidad, por cierto, que obedece a una rarísima anomalía genética y recibe el nombre completo de heterocromía sectorial del iris. Hay que decir también que su única consecuencia parece ser ese colorido en los ojos, sin que afecte en cualquier otro modo a la salud y bienestar de la gatita.

A lo largo de la entrada tenéis algunas imágenes de la minina y por si queréis conocerla mejor, para terminar os dejo el enlace a su Instagram oficial:

https://www.instagram.com/oddity_olive

Etiquetas:

Categorías: GatosMamíferosMascotas