Nessie y familia

Este es un lago de agua dulce de origen glaciar ubicado al lado de la localidad de Lochaber, también en los Highland escoceses. No es nada desdeñable pues se trata por tamaño del quinto del país contando con una superficie cercana a los 27 kilómetros cuadrados.

En lo que sí gana a los demás es en profundidad puesto que con sus 310 metros es el lago no salado más profundo de todas las Islas Británicas.

Se extiende a lo largo de casi 20 kilómetros de longitud y en sus aguas existen cinco islotes perfectamente delimitados.

Lo que comparte con el más famoso lago Ness, es la posible existencia de un animal fabuloso, conocido desde hace muchos años.

De hecho, recientemente unos investigadores de la universidad de Edimburgo han hallado los primeros documentos históricos en los que se menciona al supuesto monstruo al que denominan con el nombre de “Morag”.

Son textos escritos en gaélico y atribuidos al escritor Alexander Carmichael, un gran conocedor de todas las leyendas y tradiciones locales. Están fechados allá por 1902 y cuentan su viaje a la zona en busca de información sobre el terreno acerca de este ser fabuloso.

En esos escritos llega a describir el aspecto del monstruo en base a los testimonios y datos recogidos, por los que parece que la aparición del animal estaba relacionada por las gentes del lugar con la muerte de alguna persona de los alrededores.

Comenta Carmichael que la última vez que se le vio (en la fecha que escribía) fue en 1898 cuando una persona muy conocida del lugar, el señor Aeneas MacDonnell, falleció.

Sigue contando que el animal suele ser avistado ascendiendo en el agua y con un movimiento similar al que realizaría un bote de pesca de los del lugar. Se le suele describir con aspecto serpentiforme, aunque hace notar que en algunas descripciones se le da aspecto incluso de sirena.

Su época de esplendor fue durante el pasado siglo XIX, cuando se detectaron la mayoría de avistamientos. No obstante, durante el pasado siglo XX también hubo algunos incidentes notables.

Por ejemplo, en 1948 un grupo de turistas que viajaban por el lago en una barca pudieron contemplar, según su testimonio, un ser de unos 6 metros de largo que navegó por un rato a ras de superficie cerca de ellos y que describieron como especie de ballena.

Más espectacular fue lo vivido por dos pescadores locales, Duncan McDowell y Will Simpson, en Agosto de 1969, quienes mientras se encontraban en plena jornada de pesca en el lago, vieron cómo un enorme animal se dirigía directo hacia su bote.

Asustado, uno de los hombres cogió una escopeta que llevaba y disparó hacia el ser, que se hundió rápidamente y cambió su trayectoria alejándose en las profundidades.

Posteriormente al contar en incidente en tierra describieron al monstruo como de casi 30 metros de largo y con una piel oscura y áspera a la vista.

Ha habido otras observaciones pero las que se cree dos últimas tienen en común una hospedería que se encuentra cerca de una de las orillas del lago, de nombre “B&B” y cuyo dueño es Michael MacNeil.

El jefe de fábrica Alistair MacKellaig, se encontraba pescando en una barcaza con otro grupo de personas cuando según su relato, todos pudieron ver a Morag a sólo unos 50 metros de distancia.

Observaron algo que parecían tres jorobas en movimiento a través del agua con la cabeza bajo el agua. Todos se alarmaron por lo que cerca que lo tuvieron.

A la mañana siguiente el señor MacKellaig tuvo ocasión de charlar con Michael MacNeil y explicarle lo que vieron. Este último le contó que según su experiencia lo que él y los otros huéspedes habían visto era efectivamente el famoso Morag.

Y en una fecha más reciente, en concreto el 25 de Agosto de 2013, otra pareja de huéspedes de la hospedería, los señores Doug y Charlotte Christie, tuvieron ocasión de ver a la criatura no una sino tres veces en el espacio de dos días.

En una de las ocasiones llegaron a observarlo evolucionando en la superficie por unos diez minutos.

Pudieron contemplar lo que describieron después como un gran bulto negro sólido de más de seis metros de largo, que recordaba un poco a un submarino. Doug, ingeniero retirado, dice que no puede explicar lo que vio y que ni siquiera daba crédito a sus propios ojos.

El dueño la hospedería, el ya mencionado Michael MacNeil, cuenta que el señor Christie se acercó a él uno de los días muy excitado preguntándole si había una gran roca negra en la superficie del lago a lo que le respondió sorprendido que de ninguna forma y menos donde el hombre señalaba.

Pero sin embargo a lo lejos también él pudo observar cómo efectivamente allí había algo flotando en el agua casi inmóvil.

En medios ingleses se publicó una fotografía de esos días que se atribuye a los Christie y que acompaña a estas líneas, aunque es bastante confusa.