Misterio filipino que no es tal
Ya he hablado en otras ocasiones de esos enigmas que van y vienen a lo largo de los años desde que se generaron por primera vez, alcanzando popularidad, cayendo después en el olvido un tiempo y volviendo a salir a la luz posteriormente por otra temporada, en un ciclo que puede repetirse varias veces.
Hoy toca uno de esos, que tiene su origen si mi memoria no me falla, allá por 2012, cuando se distribuyó por la Red un inquietante vídeo sobre un supuesto murciélago gigante abatido en una zona indeterminada de Filipinas, para proteger a los habitantes de una aldea, que parece ser se habían convertido en sus presas.
Ese vídeo y sus capturas de pantalla fueron muy comentados para acabar cayendo en el olvido y salir de nuevo a la luz hará un par de años, dejar de ser interesantes otra vez y como si fuera un ciclo bianual, aparecer de nuevo ahora, cuando por ejemplo a través de Facebook, se ha vuelto a ver el vídeo en cuestión.
Vídeo por cierto, que resulta ser un batiburrillo, pues en realidad gira sobre una única imagen fija, mezclando otras genéricas y con una banda sonora de chiste, por eso no lo voy a reproducir aquí, mientras que sí podréis ver la imagen principal en cuestión, pues al fin y al cabo es la que representa el misterio.
Es cierto que resulta inquietante por cuanto el animal que aparece en ella es realmente gigantesco y si hacemos caso a la historia que la acompaña casi hasta te imaginas cómo atacaba y se llevaba por los aires a los indefensos aldeanos.
Sin embargo, antes y ahora, el conjunto no resiste el más mínimo análisis y queda meridianamente claro que, quitando el pobre animalito muerto, todo el conjunto es más falso que un euro de cartón, vamos , en jerga de Internet, un “fake” o un “hoax” en toda regla.
Como algún amigo me ha preguntado por el particular cuando ha visto el vídeo por primera vez y aunque en las anteriores vidas de este supuesto misterio ya comenté personalmente con otras personas, voy a aprovechar MISTERIO ANIMAL para hablar sobre ello de nuevo.
Vayamos por partes. En primer lugar la noticia es errónea desde el titular con la que anda circulando, pues habla de un murciélago gigante cuando el animal que aparece en las imágenes no tiene nada de quiróptero.
Se trataría en ese caso y según la noticia, de un ejemplar de desmesurado tamaño del murciélago zorro filipino (acerodon jubatus), ya de por sí grande, pero evidentemente no tanto como el implicado.
Sin embargo, la morfología de ambos animales, como podéis ver en la foto de un murciélago que acompaña estas líneas, no es en absoluto igual, no mereciendo la pena siquiera comentar las diferencias.
Y eso es así porque el ser que aparece en las imágenes no es un murciélago, sino un colugo filipino, llamado así mismo “lémur volador”, de una manera también incorrecta por cierto, ya que no es un primate sino que se creó para ellos un orden especial, el de los dermópteros, con dos familias.
Por otra parte su morfología a diferencia de la que se observa en el murciélago, es así por estar diseñada no para volar, como el segundo, sino para planear. Es por eso que en el caso del colugo, el patagio (la membrana especial de piel) se extiende por toda la longitud del cuerpo a modo de paracaídas.
Ambos son básicamente frugívoros, por tanto ninguno de los dos es carnívoro y siendo así, resultaría realmente complicado que se dedicaran a perseguir y capturar aldeanos despistados. Además, El colugo no llega siquiera a los 50 centímetros de largo y aunque el murciélago zorro puede pasar del metro (en este caso de envergadura), tampoco evidentemente sería capaz de levantar ni a un recién nacido.
Podría decirse sin embargo que un animal del tamaño del que se ve en las imágenes sí pudiera representar una amenaza. Bueno, no sabría qué decir, pero en cualquier caso tendría que darse el caso y aquí no se da.
Y no se da porque para redondear el timo, las imágenes están hechas de esa manera justamente para engañar a nuestros sentidos y hacernos ver lo que no es.
Me explico. Si observamos atentamente la foto misteriosa, podemos ver cómo la persona de la izquierda, la que parece que más claramente sujeta al animal, lo agarra de una manera un tanto extraña y además tiene el brazo no extendido hacia arriba, sino hacia delante, eso nos indica que se está utilizando un truco muy simple pero también muy efectivo y que no es otro que la perspectiva forzada.
Se usa precisamente para variar los tamaños de los objetos y consiste en colocar alguno de los elementos de la composición, en este caso el animal, más cerca de la lente de la cámara, de tal forma que ajustando la apertura focal se consiga que ese elemento parezca, en relación al resto de la foto, mucho más grande de su tamaño real.
Se logra así el efecto final de los intrépidos cazadores ante el monstruo que acaban de abatir, aunque como hemos explicado la realidad no tenga mucho que ver y el pobre colugo sea de su tamaño normal.
Y en este caso, no hay mucho más que añadir. El problema es que todos estos montajes lo único que hacen es poner trabas para que los auténticos casos misteriosos e inexplicables se pongan todavía más en cuestión.
Pero bueno, si os llegan estas imágenes o las volvéis a ver en un tiempo, que sepáis qué ocurrió. También es cierto que mirándolo de forma positiva, una vez que un falso misterio de estos se consigue resolver, permite dedicar el resto del tiempo a los auténticos.
Etiquetas: Criptozoología • Mamíferos • Monstruos
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