Los perros azules de Texas

Son diversas también las formas y descripciones con las que se ha querido ver a tal criatura, pero siempre bajo un mismo nombre genérico que todavía hoy aterroriza a mucha gente: El chupacabras.

En esta ocasión voy a recordar un caso que hace unos años tuvo en vilo a los habitantes del estado de Texas y por extensión al público en general una vez salió a la luz.

Los hechos, aunque habían ocurrido un tiempo antes, se conocieron en la Primavera de 2007 y hablaban de una granjera local, Phylis Canion, que comenzó a descubrir que sus gallinas morían misteriosamente al parecer atacadas por algún extraño animal, ya que los restos no parecían indicar la participación de predadores locales, como por ejemplo los coyotes, que ella conocía bien ya.

Por el contrario, las gallinas presentaban horribles heridas casi como si las hubieran abierto en canal y además la inquietante característica de aparentemente haber perdido toda la sangre, como si el causante del ataque se la hubiera bebido.

Por aquel entonces, coincidió que ella había tenido de vislumbrar a lo lejos en sus tierras al menos en tres ocasiones, a unos extraños animales de color azulado y silueta canina que parecían estar desprovistos de pelo.

Nunca pudo acercarse lo suficiente para poder intentar identificarlos, pero cuando ya había sufrido la pérdida de más de 25 gallinas, quedó convencida de que aquellos raros animales debían ser los culpables.

Con la intención de obtener pruebas concluyentes cogió su cámara de vídeo y montó guardias cerca de la zona donde estaban sus gallinas durante varios días.

Sin embargo, de alguna manera parecía que los visitantes conocieran que ella estaba por allí, puesto que no consiguió resultado alguno.

En esas estaba, cuando un día de mediados de Julio recibió la llamada de un granjero vecino que conocía la historia. Le dijo que al lado de un camino de paso cerca de sus tierras, había encontrado un extraño animal muerto aparentemente atropellado y que parecía coincidir con las descripciones que le había dado Phylis.

Cuando llegó al lugar, pronto quedó convencida de que efectivamente ese era un ejemplar de su extraño “Chupacabras” y dado que su vecino no tenía ningún interés en conservarlo consiguió que le permitiera llevárselo.

Lo llevó a un taxidermista local y luego colocó el montaje en su propia casa. Ni que decir tiene que pronto recibió visitantes de todos los lugares cercanos que querían ver un auténtico chupacabras. Esas visitas dieron paso con el tiempo a otras de localidades más lejanas a medida que la voz se fue corriendo y finalmente el asunto acabó llamando la atención de los medios.

Se dio la circunstancia además de que el conocido canal de documentales “Discovery Channel”, comenzaba a emitir en esa época una nueva serie denominada The Unexplained Files, por lo que no tardaron en enviar un equipo a entrevistar a Phlyis Canion.

En el documental final titulado “Texas Blue Dogs”, acabaron introduciendo algunas otras referencias, incluida una filmación que también tuvo mucha repercusión, obtenida en 2008 en las afueras de la localidad de Cuero, no muy lejos del rancho de la señora Canion, por el oficial Brandon Riedel, ayudante del Sheriff del condado de DeWitt, en la que se puede observar desde su propio coche patrulla, otro animal del mismo tipo corriendo delante de ellos. Un extracto de dicho documental podéis verlo bajo estas líneas.

De hecho, hay bastantes casos reportados sobre avistamientos de animales con esa morfología.

Por ejemplo, en el mes de Julio de 2004, fue abatida por un granjero que defendía su ganado, una criatura que sería conocida como La Bestia de Elmendorf, por la localidad al Sureste del estado en la que apareció y que podéis ver al lado de estas líneas.

En esa misma zona y durante el resto de ese año aparecieron muertos otros dos especímenes similares.

Más o menos por las mismas fechas, otro granjero, Reggie Lagow, capturó y mató en una trampa a otro animal similar a los anteriores, esta vez en la zona del condado de Coleman. Al parecer el hombre se ofreció a que las autoridades pudieran estudiar el cadáver, pero no consta que se hiciera ningún estudio y tiempo más tarde el propio granjero manifestó a los medios que se había desecho del cuerpo.

En Septiembre de 2009 tuvieron también repercusión en los medios locales las imágenes de otro animal que un taxidermista en el condado de Blanco dio a conocer y que al parecer la habían proporcionado jóvenes locales que creían había muerto envenenado por raticida.

También es reseñable el caso sucedido un año después en el condado de Hood, en el que unos agentes del servicio forestal abatieron a otro extraño animal de características muy similares a las de todos los demás.

Incluso en fechas tan próximas como el año 2014, no faltaron algunas observaciones como la de una pareja que en Febrero declaró a las autoridades haber abatido a un chupacabras descrito como los que ya conocemos, en su casa del condado de Victoria, o la de otra pareja que en Abril dijo haber capturado y matado a otro en la localidad de Ratcliffe.

Como vemos, la casuística es abundante, aunque también es cierto que la mayoría de casos acabaron siendo explicados gracias a que en muchos se pudieron analizar muestras de las criaturas.

Y lo cierto es que esos animales acabaron siendo identificados como coyotes con cuadros especialmente graves de sarna sarcóptica, lo que explicaba su penoso aspecto y la ausencia de pelo.

Dada la cantidad de observaciones cabría pensar que la zona es propensa a la propagación de dicha enfermedad.

Incluso en algunos casos, como por ejemplo el del ejemplar que poseía Phylis Canion, se determinó por parte del biólogo y profesor doctor Michael Forstner de la Universidad de Texas, San Marcos, que el animal en cuestión, además de estar también infestado por la sarna, era un híbrido de lobo y coyote, cosa que al parecer no es tan poco habitual como pudiera parecer en un principio.

En otros casos en los que no fue posible realizar análisis de los animales, o bien por no disponer de los cuerpos o porque se trataba de avistamientos lejanos, se ha ofrecido también como posible explicación que los animales pudieran tratarse de ejemplares asilvestrados de una curiosa raza de perro carente de pelo de origen mexicano, llamada Xoloitzcuintle, o abreviadamente, Xolo, que la verdad presenta por sí misma características bastante similares a los animales reportados como chupacabras. Podéis ver algún ejemplar junto a estas líneas.

Y en cuanto al detalle de las gallinas sin sangre con el que quizá algunos os habíais quedado al principio del relato, se dio como posible explicación por parte del equipo universitario que estudió el cuerpo, la teoría de que las gallinas murieron desangradas por las heridas, pero dado el calor de la zona, el agua de la sangre simplemente se evaporó lo que hizo que se coagulara y perdiera su aspecto dando la impresión de haber desaparecido.

Por supuesto quedan algunos casos que por su imprecisión o falta de datos están el aire, entre los que hay algunos también ciertamente extraños y que no parece fueran a explicarse de la misma forma, pero que de momento hasta que hubiera una mayor información deben cogerse con cautela.