Los fantasmas de Whaley House
Hay lugares que aparecen ligados a lo sobrenatural con una fuerza abrumadora. Uno de los más famosos es sin duda The Whaley House.
Situada en el número 2.476 de la avenida de San Diego, dentro del casco histórico de la propia ciudad de San Diego, en California, es un perfecto ejemplo de arquitectura neoclásica de mediados del siglo Diecinueve.
Se constituyó como museo, su actual uso, el 25 de Mayo de 1960 y está abierta al público desde entonces, siendo un popular destino turístico visitado por más de 100.000 personas al año, atraídas por el museo en sí pero también por la posibilidad de ser testigos de algún fenómeno paranormal.
El edificio fue construido inicialmente para servir de granero, aunque posteriormente fue habilitado para darle uso como juzgado. La forma con que la casa de dos piezas y su tienda incorporada han llegado hasta nuestros días convertidas en museo, viene de la reforma y reconstrucción que Thomas Whaley, el cabeza de la familia que daría nombre a la casa, diseñó y llevó a la práctica personalmente en 1857.
Lo interesante y misterioso de este singular edificio comienza a gestarse a partir de innumerables testimonios de visitantes e invitados a lo largo del tiempo desde entonces y hasta la actualidad relatando apariciones fantasmales y todo tipo de fenómenos inexplicables.
De hecho tal cantidad de sucesos en el lugar llevaron a que The Whaley House fuera considerada en diversas clasificaciones especializadas como la casa más encantada de Estados Unidos, dando lugar a incontables publicaciones, entre libros y artículos en todo tipo de medios impresos, así como otros tantos reportajes en programas de televisión y radio.
No voy a entrar en detalles ahora sobre la ingente cantidad de información referida a los fenómenos paranormales allí observados. Tampoco sobre la inusual cantidad de supuestos fantasmas diferentes, al menos 6, incluidos los de los propios Thomas Whaley y su mujer.
Lo que me lleva a recordar esta misteriosa casa en MISTERIO ANIMAL, es que curiosamente entre todo el elenco de fantasmales habitantes observados también se ha citado en ocasiones a un perro.
En efecto, existen varios testimonios, el más detallado el de un parapsicólogo perteneciente a uno de los innumerables equipos que han estudiado The Whaley House, que inciden en el hecho de haber podido contemplar un perro fantasmal de una forma y pelaje manchado similar a la de un Fox Terrier.
Su área de aparición parece ser la zona del hall de entrada y el salón comedor donde la familia se reunía para cenar, por ahí se le ha podido ver andando o corriendo alegremente. Por supuesto, búsquedas inmediatas posteriores descartaron la presencia de perro alguno incluso pensando en algún perro callejero que hubiera podido colarse en la casa.
Lo que da un punto de interés adicional a la historia es que no se tardó en descubrir que la familia Whaley era propietaria de un perro al que tenían en gran estima. ¿Adivináis de qué raza era? Efectivamente, un Fox Terrier, una hembra a la que para más señas llamaban “Dolly Varden”.
Por tanto, si alguno de vosotros tenéis la suerte de visitar The Whaley House, recordad echar un vistazo por el hall y el salón de cenas por si conseguís tener la doble suerte además de poder ser testigos de la aparición de la pequeña “Dolly”.
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