Traigo aquí en esta ocasión otro ejemplo más de cómo los intricados hilos que entretejen nuestros destinos pueden conectarse de mil maneras para llevar las cosas a un punto concreto en un momento determinado.

Y de cómo a veces si dos seres están conectados especialmente, hallarán el camino para estar juntos aunque las circunstancias parecieran empeñadas en separarlos.

Viene esto a colación por la siguiente historia, protagonizada por unas personas y sus respectivos perros, que ha sido compartida ampliamente desde que el pasado febrero saltó a las redes.

Sucedió entonces que una usuaria anónima de la red social Facebook, de nombre Pam Corwin, compartió un pequeño vídeo grabado por ella misma el 10 de febrero, de un emotivo momento del que había sido testigo ese día, relatando también la historia que había detrás.

Al parecer, todo sucedió en el conocido mercado de la Pike Place, en la ciudad norteamericana de Seattle.

Según cuenta Pam, vio que desde dos puntos diferentes venían caminando hacia ella dos parejas, que desde luego aparentemente no parecían conocerse de nada y que curiosamente llevaban ambas un perro de la misma raza, en concreto un labrador.

Lo curioso del caso es que cuando todos estaban como a unos cuarenta metros los unos de los otros, de repente pareció como si ambos perros se volvieran locos y sin que ni unos ni otros pudieran hacer nada, ambos canes se soltaron y corrieron el uno al encuentro del otro.

Rápidamente las parejas llegaron hasta allí y cada uno intentó coger a su perro pero era imposible, ya que ambos perros estaban como en trance, jugando, saltando y gimiendo los dos con una extraordinariamente palpable demostración de alegría y sin querer separarse en modo alguno.

Ante tal inesperado espectáculo, los jóvenes no pudieron sino quedarse mirando asombrados, junto a otro grupo de personas que comenzó a arremolinarse alrededor ante lo emotivo y dulce de la escena. Entre estas últimas estaba la propia Pam. Fue entonces cuando comenzó a grabar.

La escena y las demostraciones de alegría y cariño de ambos canes se prolongaron casi media hora durante la que los propietarios comenzaron a hablar entre ellos y a atar cabos de la sorprendente historia de los labradores.

Y Pam, lejos de quedarse mirando, entabló conversación con la dueña de uno de los perros, que resultaron ser en realidad dos perritas, “Maui” y “Juniper”.

Kaitlyn Hawkins, la propietaria de Maui, anticipó a Pam los resultados de las pesquisas que habían hecho entre ellos en esos minutos, como luego también contaría en medios locales cuando la historia se hizo popular.

Según se supo, las dos perras, de casi un año de edad, eran nada menos que gemelas, teniendo incluso ambas un tatuaje identificativo idéntico.

Al parecer nacieron en un criadero en Rusia y al poco de nacer fueron suministradas a un mayorista de animales norteamericano que continuó su crianza hasta que a los dos meses fueron a su vez adquiridas por tiendas locales de animales, cada una por separado, aunque eso sí, el destino final de ambas fue la ciudad de Seattle, donde llegaron en avión en mayo de 2017.

Las dos perras fueron adoptadas pronto en sus tiendas por familias diferentes y por supuesto continuaron haciendo su nueva vida con sus respectivos dueños sin volverse a ver la una a la otra desde que fueron separadas en el avión y sin que sus propietarios supieran nada en absoluto de su aventura.

Curiosamente además, las dos parejas no eran habituales de ese mercado y ese día coincidieron de casualidad a la misma hora y en la misma parte en un punto por el que no solían pasar.

Pero parece que por algún motivo, esos hilos de los que hablaba en principio se habían organizado para que eso sucediera precisamente así y las dos gemelas volvieran a unirse, reconociéndose de inmediato y corriendo la una hacia la otra como si no hubiera pasado el tiempo y dispuestas a que ya nada las separara de nuevo.

Sus propietarios también están dispuestos a colaborar para que así sea, por lo que tras vivir el emocionante reencuentro y conocerse entre ellos, decidieron no dejarlo ahí, intercambiándose datos de contacto para poder verse con frecuencia y que así las dos hermanas puedan mantener un contacto fluido y constante.

Y para que vosotros también podáis recrear esos primeros momentos felices, os facilito a continuación el enlace al vídeo original de Pam Corwin, que luego fue reproducido en multitud de medios y que ya ha pasado de los 4 millones de visualizaciones:

https://www.facebook.com/pjcorwin/videos/10216277151785383/

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