Gato embrujado
No hay duda de que a lo largo de los diversos períodos históricos y culturas, los gatos han estado siempre bastante ligados al mundo de lo oculto y paranormal.
Sus características y capacidades, en muchos casos extraordinarias, les han ocasionado también no pocos problemas ante quienes viéndolas como algo fuera de lo normal no han dudado a asociarlas a fenómenos o entidades oscuras.
Por supuesto sus especialmente sensibles sentidos les permiten detectar cosas o situaciones que a nosotros nos pasan completamente desapercibidas. Para ellos es lo más natural del mundo pues necesitan esos recursos para sobrevivir, ya sea en la persecución de una posible presa o para escapar de algún presunto peligro.
Pero hay veces en las que el propio comportamiento de los animales o lo que ha llegado a suceder después de darse ese comportamiento, se antojan como algo más extraño.
Y no son pocas las ocasiones, aquí, en MISTERIO ANIMAL, hemos tratado algunas, en las que realmente parece que fueran capaces de detectar o interactuar con presencias extrañas.
Siendo animales capaces de ser realmente expresivos, no es raro que a veces los mismos propietarios se sorprendan o a veces también asusten, cuando ven que ponen aquella extraña cara como de trance o les escuchan emitir sonidos no habituales.
Hay de todas formas patrones de conducta que si bien pueden dar toda la impresión de ser producidos por algún tipo de posesión gatuna, obedecen sin embargo a otras causas. O para ser más exactos se conoce el desencadenante del comportamiento pero hay divergencia en cuanto a cómo ha llegado a exteriorizarse de esa forma.
Es el caso del gatito que aparece en el siguiente vídeo, que al haber sido encima rodado casi en la oscuridad, aumenta la impresión de “gato embrujado”. Desde luego sus excéntricos sonidos y muecas dan la impresión de indicar la presencia de algo siniestro. A continuación podéis contemplarlo vosotros mismos.
Sin embargo la mayoría de las personas que han tenido o tienen gatos, entre los que como ya sabéis me encuentro desde siempre, han tenido seguramente la oportunidad de presenciar un comportamiento similar, especialmente si el gatuno tiene la posibilidad de observar o estar en presencia de pájaros.
Pues sí, ya que parece que, principalmente, la presencia de pequeñas avecillas en su posible radio de caza desencadena esa respuesta. A veces también con insectos como moscas o con pequeños roedores, pero casi fundamentalmente es la presencia de pájaros lo que motiva tan curioso despliegue.
Otra cosa es la interpretación de qué significa exactamente y cómo se ha llegado a tal comportamiento o qué quiere conseguir el gato con ello, pues como decía hay diversidad de explicaciones, desde el puro nerviosismo a la puesta en marcha de una suerte de eco localización al estilo de la de los murciélagos, pasando por una maniobra para distraer a la presunta presa.
Sea como fuere el caso es que el felino consigue despistarnos una vez más y hacernos elucubrar interpretaciones sin estar seguros de ellas, manteniendo así ese aire misterioso para nosotros.
Para que podáis comprobar lo comentado, os dejo a continuación otros dos vídeos en los que podéis ver nuevas muestras de ese comportamiento, en este caso en un entorno más natural del día a día, sin oscuridades de por medio.
Como veréis y aunque ningún gato lo hace exactamente idéntico a otro, una nueva cosa para asombrarnos, sí estaremos de acuerdo en que se trata del mismo despliegue gestual.
Creo simplemente que en el primer vídeo la persona que filma está agitando fuera de cámara algún juguete o similar con la forma de un pájaro, yo los he tenido para mis mininos, logrando que el felino muestre su instinto.
Pero de todas formas, esto no quita de un ápice de encanto a nuestros amigos gatunos, porque si con un comportamiento natural son capaces de liarnos tanto, qué no vamos a esperar cuando realmente ponen en marcha capacidades que van más allá de lo que consideramos “normal” y nos introducen de lleno en un plano que no somos capaces de percibir pero que ellos nos hacen saber que existe.
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