Ellen Jewett

Animales extraordinarios que fácilmente podríamos considerar fruto de nuestros más alocados pensamientos.

Y sin embargo, hay alguien que, por alucinante que parezca, da la impresión de ser capaz de mirar por una oculta rendija, para encontrar su inspiración en nuestras más extrañas ensoñaciones.

Alguien que después tiene la capacidad de llevar esos delirios a imagen real, concibiendo las más extraordinarias formas animales.

Se trata de Ellen Jewett. Una joven y realmente talentosa artista canadiense, nacida en Markham, Ontario, que, tras doctorarse con honores en 2007, en la Universidad McMaster de Bellas Artes, Artes biológicas y Antropológicas, decidió dedicarse a su pasión escultórica.

Sin embargo, no apostó por temas clásicos o de una mayor salida comercial, sino que siendo fiel a sí misma, quiso dar salida a su pasión por la Naturaleza pero aportando un enfoque ciertamente diferenciador y personalísimo.

Creedme, si no la conocíais ya, su obra os dejará con la boca abierta. Sus maravillosas esculturas, algunas de las cuales podéis ver a lo largo de toda esta entrada, son un alarde de imaginación, inventiva y de técnica escultórica.

Son obras realizadas artesanalmente, con materiales naturales y con una riqueza y complejidad en los detalles que realmente produce asombro.

Seguro que muchos os sentiréis representados con esos oníricos animales que todos hemos creado alguna que otra vez mientras visitamos el mundo de Morfeo, hasta el punto, como decía al principio, de que da la impresión de que Ellen es capaz de conectar con los sueños de los demás para buscar sus modelos.

La minuciosidad y laboriosidad con que están tratados todos los detalles hacen a cada pieza algo realmente especial y de una inquietante belleza, al menos bajo mi punto de vista.

Por ello, con estas imágenes a modo de galería, quería daros a conocer estas obras, para los que os fueran desconocidas, pues me parece que ya de por sí es todo un misterio el proceso que pueda llevar a tener la inspiración para imaginar esas esculturas y por supuesto la capacidad después de hacerlas materiales, de tal forma que sigan pareciendo un sueño aunque las podamos tocar y ver en nuestro mundo real.