El misterio es la suerte
Hoy 31 de Octubre, día en el que todos esperamos la llegada de la fiesta de Halloween esta noche, quiero presentaros unos vídeos que aún apartándose de los cánones tradicionales en esta fecha, os aseguro que os pueden poner los pelos de punta.
Y no es por la aparición de algún monstruo sanguinario pues sus protagonistas no podrían catalogarse de ninguna manera como aterradores, más bien todo lo contrario.
En cualquier caso las imágenes comparten unos comunes denominadores como son el estar protagonizadas por animales y el hecho de que la acción se desarrolla con una carretera como escenario.
El punto de misterio lo pone sin duda el hecho de que cuando los ves no puedes por menos de tener presente de qué manera algo tan intangible en principio como la suerte, puede hacer con su presencia en un sentido o en otro que el resultado final sea radicalmente diferente según el caso.
Y ahí precisamente estriba el misterio, en comprender qué ocultos hilos se ponen en marcha para determinar que la suerte se mueva a favor o en contra y con mayor o menor intensidad, justo en el momento preciso para hacer que una situación se resuelva feliz o trágicamente.
La suerte, en combinación con otros factores como por ejemplo el tiempo produce resultados asombrosos. Todos sabemos lo que un segundo antes o uno después puede variar un hecho.
Lo comprenderéis de inmediato cuando visualicéis estos pequeños vídeos, pues es imposible no darle vueltas a la cabeza e imaginar la de variables que se han tenido que poner en movimiento gobernadas por ese factor misterioso llamado suerte, para hacer que las cosas sucedan como lo hicieron y también lo fácil que hubiera sido que el resultado hubiese terminado siendo muy diferente.
Y dado que la suerte puede ir a tu favor o en tu contra, para mantener el misterio no adelanto más y os presento estas pequeñas historias en las que por otro lado hay unas dosis de suspense o hasta de terror que ríete tú de las películas en el cine:
En primer lugar podremos ver una ardilla que tiene la ocurrencia de querer cruzar una pista de carreras justo durante el desarrollo de una prueba. No digo más. Intentad verlo sin taparos los ojos, ¿Eh?
Y dado que las tres historias tenían también como denominador común la carretera, donde la casi totalidad de las veces nosotros los humanos y nuestros vehículos somos una parte fundamental de la ecuación, aprovecho, si me lo permitís, para recordaros que siempre la prudencia es buena consejera y más cuando atravesamos zonas en las que sabemos o por donde intuimos que es más fácil cruzarnos con animales.
Ellos lamentablemente no entienden nuestras normas y a veces somos nosotros mismos los instrumentos de los que se sirve la suerte. Si en algo podemos ayudar a convertir la mala suerte en buena, estará bien. Al fin y al cabo ya mueren en las carreteras demasiados animales de todo tipo cada año. No estaría mal cuando circulemos, intentar poner un granito de arena para cambiar esos números. ¿No os parece?
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