El intruso blanco de Cantabria

En el caso que nos ocupa hoy quiero referirme a un extraño ser que tuvo su momento de auge hace unos pocos años, para después desaparecer tan silenciosamente como llegó, aunque nadie descarta que pueda seguir por ahí.

Para encontrar su pista habremos de desplazarnos hasta la bellísima comunidad de Cantabria y dentro de ella a un paraje tan recomendable como majestuoso, el Valle de Cabuérniga.

Dentro de este y enclavada en plena reserva natural del Saja-Besaya, se encuentra la pequeña población de Bárcena Mayor, con menos de 100 habitantes habituales. Forma parte del selecto club de los pueblos más bonitos de España y, desde luego, simplemente por eso ya merece la pena visitarla, cosa que por conocimiento propio os recomiendo sinceramente hagáis si tenéis la ocasión.

Esta pequeña villa perteneciente al municipio de Los Tojos, conserva todo el sabor medieval hasta el punto de que caminando por sus calles te sientes transportado en el tiempo, con el extra añadido de que en cuanto sales del pueblo te encuentras inmerso en el increíble bosque cantábrico.

Es un pueblo, eso sí, que se encuentra solitario en medio de la Naturaleza y su entorno boscoso forma parte por mérito propio de las tradiciones y mitos cántabros.

Toda esta introducción viene a cuento de que precisamente en la zona que circunda Bárcena Mayor y Los Tojos, es en donde nuestro protagonista se ha dejado ver.

Fue entre 2012 y 2014 cuando se sucedieron los avistamientos conocidos, en los que se vieron involucrados diferentes testigos en diferentes ocasiones.

Todos ellos conocían bien la zona y por extensión la fauna local, por lo que en principio serían testigos fiables en cuanto a poder describir qué es lo que vieron y compararlo con lo habitual.

Lo curioso es que pese a ser personas no relacionadas entre sí y tratarse de situaciones y momentos diferentes, los relatos resultaron ser tremendamente similares en cuanto a las características del extraño ser con el que se toparon en esos solitarios parajes.

A tenor de los datos resultó ser una criatura de color blanco, cuadrúpeda, si bien unos testigos también dijeron haberla visto alzarse sobre dos patas, musculosa y fuerte, con aspecto como de un gran cánido o úrsido y que era capaz de desplazarse a gran velocidad.

Por supuesto, esa descripción general no encajaba con ningún animal autóctono conocido, como mucho e hilando muy fino, podríamos imaginar alguna extraña suerte de lobo u oso albino o enfermo, pero tendría que ser bastante más grande de lo normal en el primer caso y vivir en una zona que no es en principio osera en el segundo, aunque en alguna ocasión se haya reportado la presencia de osos itinerantes.

No obstante, los propios testigos fueron los primeros en negar esas posibilidades a tenor de sus propias observaciones y conocimiento del entorno, al ser todos habitantes de la zona.

No existen testimonios gráficos del misterioso ser y por tanto las únicas pistas son las declaraciones de los mencionados testigos. Para aumentar el misterio, a finales de 2014, cesaron las observaciones y hasta la fecha no constan nuevos avistamientos, por lo que nada más se ha podido averiguar de nuevo.

En aquella época hubo varios intentos de búsqueda por parte de especialistas y aficionados, pero no consiguieron resultados que pudieran considerarse relevantes.

Sí es cierto que en ocasiones se han descubierto pistas o rastros algo extraños por los bosques de la zona, pero en ningún caso han podido ser fehacientemente identificados como pertenecientes a una especie desconocida.

Vista la situación, el caso cayó en el olvido general quedando únicamente presente entre los habituales de la zona que siempre han estado ojo avizor por si su esquivo vecino volvía a dejarse ver.

Sin embargo, la aparición hace no mucho tiempo de un reportaje sobre el tema que fue emitido por los amigos del programa de televisión «Cuarto Milenio», en este caso con una investigación in situ del periodista Carlos Largo Mariblanca, ha devuelto el misterio del intruso blanco a las primeras páginas de la actualidad.

Como complemento os dejo a continuación el enlace al mencionado reportaje y ya sabéis, si pasáis por aquella bonita zona llevad los ojos bien abiertos, no vaya a ser que, si todavía anda oculto por ahí el sigiloso intruso blanco, os convirtáis en los próximos testigos.

https://www.cuatro.com/cuarto-milenio/extrano-ser-blanco-cantabria_2_2664405036.html