El Grim de iglesia

Hablo de un ser de carácter espiritual y que adopta la forma de un gran perro negro, al estilo de otros de otras culturas como los cadejos centroamericanos, que también han estado presentes en MISTERIO ANIMAL (www.misterioanimal.com/cadejos-negros-y-blancos).

Recibe el nombre genérico de “Grim”, tal como unos duendes hogareños frecuentes también en el folklore anglosajón. No obstante, según las zonas es más específicamente conocido como “The Church Grim”, o el Grim de iglesia, mientras que por ejemplo en Suecia recibe el nombre de “Kyrkogrim”.

Y esta denominación no está elegida porque sí, ya que viene a darnos una pista sobre el significado original de la criatura.

Desde los más lejanos tiempos, el Grim es uno de los seres ocultos más antiguos de Europa, se asociaba a estos negros canes con los cementerios, que por norma general han estado siempre localizados cerca de las iglesias.

Su función principal, a pesar de su terrorífica apariencia, era velar por las almas de los difuntos enterrados en el camposanto, protegiendo el terreno contra la aparición de demonios, brujas o cualquier otro ser maligno.

Se dice también que a veces aparecen en la noche para acompañar a los caminantes solitarios que pasen cerca de los cementerios y darles protección, aunque también forma parte de la tradición la idea de que a la vez el can anuncia una muerte de alguien allegado a ese paseante.

De la misma forma además, se considera que significa un presagio de muerte para quién lo vislumbrara dentro del terreno del cementerio.

No es raro, por otra parte, que sus apariciones vengan acompañadas inmediatamente antes o después, de otros fenómenos paranormales como ruidos extraños, corrientes de aire inexplicables o extraños olores.

Es también reseñable como curiosidad, que en algunas zonas concretas escandinavas el Grim puede manifestarse de manera ocasional en la forma de un caballo o de un cordero.

Es muy raro, por no decir que no hay testimonios sobre ello, que sea visto durante el día, siendo las noches, especialmente las de tormenta y la franja horaria alrededor de medianoche, las ocasiones en las que más probabilidades habría de poder coincidir con alguno en esos momentos en los que perdiera su invisibilidad habitual.

Aunque por otra parte ya hemos visto que tampoco sería un encuentro de lo más recomendable, habida cuenta de las supuestas consecuencias que acarrea para una persona viva dar cara a cara con un Grim.

Por supuesto esos encuentros ocurren siempre según la agenda del misterioso ser, no pareciendo haber ningún método ni ritual para poder invocarlo en forma alguna a nuestro antojo.

Según dice la tradición hay momentos concretos que aumentan las posibilidades de que aparezca. Aparte de las horas de la medianoche especialmente en noches tormentosas que ya anticipaba, parece que los que se llevan la palma son las vísperas de una muerte en el pueblo o durante los entierros si estos tienen lugar ya anochecido.

Lo que parece claro es que las historias sobre el Grim de Iglesia estaba muy asentadas en Europa y de hecho una terrible tradición que existía siglos atrás y que por suerte ya no se practica, podría hacer pensar que eran los propios humanos los que buscaban a la criatura y pretendían lograr su protección.

Me refiero a la costumbre que, en caso de una muerte, llevaba a enterrar a un perro,  preferiblemente negro, en otra sepultura junto a la del difunto, con la intención evidente de que se convirtiera por así decirlo en su Grim de guardia. Lo horroroso del caso es que el desdichado can debía ser enterrado todavía vivo, para asegurar que al morir regresara como un Grim, quedando acoplado por así decirlo, al humano que se encontraba a su lado.

Todavía hoy se puede encontrar alguna vieja tumba olvidada en algún recóndito cementerio en la que se puede distinguir otra más pequeña a su lado, como muestra de los tiempos en los que la presencia del Grim se notaba palpablemente.

Incluso puedo citar a modo de curiosidad que para ver una de ellas ni siquiera es necesario salir del país, puesto que aquí en España tenemos una muestra muy inquietante.

Se encuentra ubicada en un lugar que ya de por sí ha sido escenario de innumerables sucesos paranormales de todo tipo y condición.

Me estoy refiriendo a la famosa Cripta de la familia Gálvez, en la malagueña población de Macharaviaya.

Fue construida en 1785 bajo la iglesia de San Jacinto. Todo el complejo lo financió la familia, grandes mecenas de la localidad, que a cambio de sus generosas donaciones acordaron con el pueblo que harían una misa perpetua por ellos todos los años al día siguiente del día de difuntos y otra todos los viernes del año.

Sin embargo, en poco más de diez años los lugareños rompieron su promesa y al parecer ese fue el origen de los fenómenos que se han estado registrando desde entonces.

No voy ahora a ahondar en este caso en sí mismo, pero como digo la casuística a lo largo de los años es muy abundante y podréis encontrar más detalles a poco que indaguéis.

Lo que sí os indicaba es la relación con el tema de los Grim y efectivamente, a la entrada de la cripta se puede encontrar una pequeña tumba de un perro al más puro estilo de la historia del Grim y de la que tenéis una foto junto a estas líneas.

Por otro lado, en la vertiente escandinava, los Kyrkogrim suecos se decían que eran los espíritus de los animales que en este caso se enterraban al iniciar la construcción de una iglesia, perros, o corderos principalmente, con el mismo fin que los perros anteriores.

En cualquier caso, se veía que aunque por una parte esas, vamos a decir supersticiones, no eran del agrado de la jerarquía oficial de la iglesia, eran en realidad toleradas dado que estaban implantadas en el subconsciente colectivo de las gentes de entonces.

Afortunadamente, las costumbres para hacer de los camposantos lugares de descanso protegidos del mal para los difuntos fueron cambiando y hoy en día no es necesario sacrificar inocentes animales para lograr el mismo fin, mantener a raya todo lo maligno.