El Camahueto

En Chile, por ejemplo, se habla desde tiempos inmemoriales de un curioso animal que cumple con las características. Se trata del “Camahueto”.

Bien conocido por los chilenos, este fantástico ser es sumamente difícil de observar al ser muy rápido y esquivo y huir ante la menor señal de presencia humana, por lo que son muy escasos los afortunados que han podido tener un encuentro directo.

De las escasas descripciones disponibles se deduce que es un animal ciertamente muy parecido al unicornio y al igual que este presenta un cuerno recto en medio de la frente, si bien su aspecto general recuerda más al de una vaca que al de un caballo.

Su tamaño sería equivalente al de un ternero de entre un año y dos, mientras que su color oscila entre gris plomizo y verdoso, siendo además de pelaje corto.

De un carácter tímido y pacífico, al parecer no es en principio peligroso para el hombre. Como curiosidad cabe destacar que su cuerno brilla cuando recibe la luz directa de la luna.

Pero más curioso aún es el proceso de su nacimiento, pues según se cuenta si se encuentra uno de sus cuernos hay que plantarlo en la tierra. Posteriormente en ese mismo lugar, brotará un pequeño manantial de agua fresca potable que una vez pasados 25 años se transformará en un río. Finalmente, en ese punto de origen de la corriente, una noche de luna llena nacerá un nuevo camahueto

Dicen que sus primeros años de vida los pasará bajo tierra entre aguas subterráneas, para emerger de nuevo pasados entre veinte y veinticinco años y dirigirse hacia el mar. De ahí el nombre de “Chivato Marino” con el que en ocasiones se le conoce también. Ese viaje se inicia casi siempre en una noche de tormenta y se piensa que algunos derrumbes de terreno en zonas costeras son producidos por el animal en su afán de hacer su camino.

También se le achacan algunas hendiduras que aparecen en el terreno y que si accidentalmente fueran hechas con su cuerno se acaban transformando en otro arroyuelo.

Los granjeros que por casualidad avistasen al animal en sus plantaciones durante ese trayecto, deben llamar a un brujo experto para que éste lo capture y lleve al mar evitando así que pueda dañar la cosecha durante su marcha, pues a pesar de que el animal no es agresivo, su enorme fuerza y determinación hace que en su afán por llegar a su destino pueda arrasar con lo que encuentre a su paso, especialmente campos de cosecha. Y dado que el camahueto no obedece ni se deja atrapar por personas que no sean brujos no se debe intentar capturar de primeras.

Por eso el brujo debe atraparlo con una cuerda especial hecha con sargazo, el alga marina, de manera que lo pueda guiar hacia el mar, cortándole el cuerno si es necesario para que se vuelva bien manso y así no haga daños en las cosechas a su paso.

Posteriormente una vez devuelto el camahueto al mar, el brujo podría aprovechar ese cuerno que cortó o incluso un pequeño trozo que hubiera obtenido, para realizar el proceso de su plantación y con el tiempo posibilitar el nacimiento de otro camahueto, pues a pesar de que puedan malograr alguna cosecha en su camino al mar, se les valora especialmente su capacidad para crear flujos de agua, cosa vital para todos los campesinos.

Además, la ralladura del cuerno se dice que tiene estimables poderes regenerativos, rejuvenecedores y curativos. Siendo considerado un muy buen remedio contra enfermedades como la anemia, el reumatismo, afecciones dermatológicas y otras varias. Incluso se piensa que es un gran revigorizante siendo efectivo contra la impotencia sexual.