El Amigo de los Animales
Hay ocasiones en que los sentimientos se muestran tan a flor de piel que es difícil encontrar las palabras adecuadas cuando se trata de hablar de determinados hechos o determinadas personas.
Eso desde luego me sucede a mí cuando se trata de nombrar al inolvidable y querido Dr. Félix Rodríguez de la Fuente.
No creo que haya muchas personas en España, incluso jóvenes, que desconozcan de quién estoy hablando.
Su recuerdo y legado sigue igual de vivo para todos los que crecimos hechizados con sus relatos, a pesar de haber transcurrido ya nada menos que 35 años desde su muerte, aquel fatídico 14 de Marzo de 1980.
No voy a extenderme ahora en glosar lo mucho que su figura y su mensaje han significado y significan para mí en lo personal, pero desde luego si hay alguien que penetró como nadie en el misterio de los animales en su más amplio sentido, sin duda fue él.
Nos ha dado a conocer a varias generaciones todo lo que el propio mundo natural, sin ni siquiera penetrar en el mundo paranormal, tiene también de desconocido y misterioso y muchos de aquellos misterios dejaron de serlo gracias a sus enseñanzas.
Por ello y con todo mi aprecio y respeto, creo que bien merece estas notas de agradecimiento en este humilde webblog.
Pero es que además, puede que sin buscarlo, el Amigo de los Animales traspasó la línea del misterio en el fatal momento de su marcha de este mundo.
En efecto, aquel desgraciado accidente resulta que presentó algunos extraños e inquietantes interrogantes que a las alturas que estamos todavía no están del todo resueltos.
Este pasado domingo, el conocido programa de la cadena Cuatro, “Cuarto Milenio”, capitaneado como siempre por Iker Jiménez, iniciaba su undécima temporada con un programa monográfico dedicado precisamente al Dr. Rodríguez de la Fuente, repasando su inigualable trayectoria y prestando una especial atención a los hechos extraños que tuvieron lugar alrededor de su accidente.
Por ejemplo y para no extenderme escribiendo un libro, me voy a limitar a citar un ejemplo. Se indicó como causa oficial del accidente, el desprendimiento de uno de los patines que la avioneta llevaba para aterrizar en la nieve. Esta información fue reflejada y aceptada así por muchos medios y durante mucho tiempo (lo he llegado a oír de hecho de nuevo hace dos días a cuenta precisamente de la emisión de Cuarto Milenio).
Sin embargo, como se ve sin género de duda en el reportaje en las fotos tomadas en el mismo lugar del accidente, al mirar el fuselaje de la avioneta, que quedó volcada panza arriba, se ve con absoluta nitidez que los dos patines están perfectamente ubicados en su posición.
Más eso no fue óbice, como digo, para que se explicara que el desprendimiento de uno de ellos causó el accidente. Recalco que aún ahora lo he vuelto a ver repetido en algún artículo de prensa digital.
Luego surgió alguna otra explicación más, como fallo humano del piloto, pero lo cierto e innegable y sin que se me diga que alimento teorías conspirativas, es que hay algunas cosas bastantes extrañas que sucedieron entonces, que probablemente en la pura normalidad no debieron haber sucedido y que 35 años después no han sido aclaradas satisfactoriamente. Sólo digo eso.
En cualquier caso, el especial me pareció bonito y bien realizado, más en mi caso que además tengo la suerte de conocer a alguno de los intervinientes y de haber compartido con ellos charlas e información, incluida aquella que no sale expresamente por pantalla.
Por ello adjunto ahora un enlace a la página oficial del programa Cuarto Milenio, dentro de la web general de la cadena Cuatro, donde podréis ver el programa completo:
Especial Félix Rodríguez de la Fuente Cuarto Milenio
Creo que os parecerá interesante a la par que emocionante, si como yo crecisteis viendo y oyendo con admiración al inolvidable Dr. Félix Rodríguez de la Fuente, el Amigo de los Animales, cuyo recuerdo permanecerá imborrable para siempre en todos nosotros.
Allá donde esté le envío mi más sincero agradecimiento con todo mi cariño.
Nota final: Las fotos que ilustran esta entrada, fueron tomadas directamente por mí hace tiempo en el pueblo de Pelegrina, en el mismísimo plató natural donde el equipo de Félix instaló el campamento desde el que rodaron tantas escenas de la mítica serie “El Hombre y la Tierra”.
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