Dos gatos ven fantasmas

En esta ocasión, una cámara de seguridad casera ha sido la responsable de hacernos llegar ese pedacito de lo desconocido.

Todo ocurrió en una población norteamericana de la que no hay buenos datos y la protagonista de la historia es una mujer que al parecer vive con su madre y de las que hay tan pocos datos como sobre su ciudad de residencia.

El caso es que según dio a conocer la primera, tuvieron que salir unos días de viaje y optaron por dejar a sus dos gatos, “Calvin” y “Daisy”, tranquilamente en casa al cuidado de una vecina que pasaba por las mañanas a verlos y alimentarlos.

La cosa es que al volver y siempre según la mujer que cuenta la historia, encontraron que el comportamiento de sus mininos no era el habitual, estaban como retraídos, tímidos y asustadizos.

Como un par de días después de su llegada no había mejora alguna y dado que tenían una instalación de seguridad casera con una cámara enfocando a su salón, decidieron rebobinar lo grabado durante su ausencia y revisarlo, por si detectaban algo que les explicara el cambio de actitud en sus gatos.

En este punto el relato se va a parecer a muchos otros, puesto que para su sorpresa, en una de las noches encontraron algo que les heló la sangre y que desde luego no esperaban ni por asomo.

En el vídeo, que parece estar grabado con luz infrarroja, se vería, según nuestra narradora, cómo los gatos reaccionan de manera ostentosa ante lo que parece ser una aparición fantasmal que además lleva aparejada otra serie de fenómenos, como una mesa o una puerta que se mueven sin causa aparente.

Además, al final del vídeo se puede apreciar cómo algo golpea la cámara y la deja apuntado hacia un lado, posición en la que la encontraron las mujeres al volver.

Si seguimos con la historia, ella se dio cuenta entonces de lo que había aterrorizado a sus gatos, que parecían haberse dado cuenta de todo y de ahí su manifiesta inquietud y que de hecho tardaran un tiempo todavía en volver a la normalidad tras aquella experiencia.

Realmente, si observamos el vídeo, es evidente que la mesa en primer plano se mueve, se puede ver una sombra en movimiento al fondo y la puerta del final se cierra sola.

Los hechos sucedieron la noche del 18 de diciembre de 2019, pero no fue hasta casi un año después, el dos de septiembre de 2020, cuando la mujer se decidió a mostrar lo que captó su cámara aquella terrorífica noche.

Lo hizo, publicando el fragmento de vídeo principal junto con su historia, en el canal de Youtube “HappyFox Productions”, pidiendo colaboración para poder explicar lo sucedido.

Bien, hasta aquí la historia. Ahora veamos algunos puntos de interés. Para empezar, no hay duda de que la noticia ha despertado curiosidad, pues a la fecha el vídeo cuenta con casi dos millones de visitas.

Ante este dato, os podéis figurar que el número de comentarios y explicaciones es multitudinario  y para todos los gustos, así que tampoco vamos a ahondar mucho en ellos.

Sí me gustaría no obstante haceros notar unos puntos que creo interesantes y reveladores, pero antes, podéis ver el vídeo en cuestión para poder luego comentaros con más detalle:

Una vez visto, hablemos de momentos concretos. Antes de nada, es evidente que el conjunto resulta impactante y efectista.

Hacia 0:31, se puede ver el detector de movimiento de la cámara reaccionar ante el gato (la gata Daisy) que está en la cama, encuadrando su cabeza.

Desde 0:32 hasta 0:38 se puede observar al fondo el paso de una silueta espectral, que curiosamente también activa el detector de movimiento hacia la altura de lo que sería una cara en 0:33.

En 0:41, aparece también al fondo el segundo gato (Calvin), que no activa el detector de movimiento al acercarse, seguramente por estar muy cerca del suelo.

En cambio, sí se activa en 0:50 ante el súbito movimiento oscilante de la mesa del primer plano, que empieza en 0:49.

Justo a continuación, en 0:53, la puerta se mueve también sola como si la cerraran, sin que tampoco se active el detector de movimiento y pudiéndose ver en el hueco que va dejando, hacia el centro, un curioso punto luminoso al fondo, en 1:01, justo al terminar de cerrarse.

Finalmente, en 1:03, se observa que algo golpea la cámara y la gira súbitamente perdiendo el encuadre.

A partir de 1:21, se pueden ver de nuevo las escenas, realzadas por la propia mujer según ella misma cuenta y simplemente para que se aprecien mejor los detalles. Por sus palabras únicamente actuó sobre el brillo, el contraste, la nitidez y el zoom, sin tocar o añadir nada más.

Por supuesto podemos aceptar la historia de la mujer tal cual y visionando las imágenes pensar que algo paranormal sucedió aquella noche, pues como decía el conjunto resulta cautivador.

Sin embargo no puedo por menos de destacar algunos detalles que desde mi humilde punto de vista arrojan algunas dudas.

Para empezar no voy a hace hincapié en los escasos datos sobre la identidad y ubicación de las protagonistas, pues eso tampoco es algo demasiado infrecuente en casos de este estilo.

Sí me parece curioso que tras esperar casi un año subieran a la red su vídeo precisamente en un canal específico de Youtube como “HappyFox Productions”, que para los que no lo conozcáis, se dedica a ofrecer una plataforma para aquellos particulares y pequeños productores que desean dar a conocer sus creaciones, es decir vídeos preparados, compuestos y editados.

A priori, no parece que alguien que no tenga ningún contacto ni conocimientos previos sobre el mundo de la creación y edición de vídeos, elija al azar precisamente ese canal concreto para subir un vídeo casual y encima con esa temática.

Sobre todo si quieres destacar que en el tuyo no hay edición o composición alguna, salvo los confesados retoques de luz y zoom. Parecería más lógico buscar explicaciones en alguno de los centenares de canales sobre el misterio disponibles en el propio Youtube.

Pero en el mismo vídeo también existen algunos detalles curiosos. Por ejemplo, algo de lo que en principio no te das cuenta es que si observamos la línea de tiempo abajo a la derecha, podremos ver que en dos momentos se producen saltos de varios segundos.

En concreto, de 0:26, veréis que salta a 0:31 y en 0:36 pasa de golpe a 0:41. 5 y 5 segundos de filmación (curiosamente con 5 de intervalo entre ellos) que no están. Quizá podría pensarse que es una parte más de la fenomenología paranormal que impregna todo el momento, pero también que justo en esos segundos se veía algo que no debía verse para poder encajar la historia y por eso se han eliminado deliberadamente, con la idea de que sería algo que pasaría desapercibido, mientras te centras en observar la escena principal.

Es curioso también que el movimiento de la puerta no haga saltar el detector de movimiento de la cámara, al menos en la parte superior, pues posiblemente debía haber algún filtro de altura ya que el gato del suelo tampoco lo activa.

Se podría analizar también si ese movimiento fantasmal y el de la puerta son simulables sin una gran preparación, pero para mí hay dos detalles principales que me hacen sospechar un poco.

Fijaros en 0:49, ese nítido temblor de la mesa por sí sola que hasta hace saltar el detector de movimiento. Realmente estremecedor. Ahora bien, haced una cosa. Volved a ver esos momentos pero ahora no os fijéis en la mesa en primer plano, si no… ¡En su reflejo que se percibe con claridad en el espejo del fondo!

Podréis comprobar cómo mientras la mesa se mueve estrepitosamente, el reflejo permanece absolutamente estático. O es una jugada paranormal maestra y esta vez sí que sería algo novedoso, que algo se mueva mientras su reflejo en un espejo cercano no lo haga, o directamente, el movimiento de la mesa se hizo mediante edición y olvidaron editar también el reflejo.

Digo edición porque si el movimiento fuera falso pero creado con un truco físico, obviamente si se hubiera visto igual en el reflejo.

Y lo que para mí resulta también especialmente sospechoso es precisamente el quid de la cuestión, lo que provoca que el fenómeno salga a la luz y que no es otra cosa que los gatos.

Según el relato, los felinos estaban poco menos que aterrorizados y con un comportamiento completamente anormal, lo que provocó la revisión de la cinta y el descubrimiento de todo el asunto.

Cómo sabéis y por ello hago este blog, aparte de los temas ocultos mi otra gran afición desde siempre es el mundo de los animales y sabéis además que los felinos me apasionan especialmente.

He convivido con gatos casi toda mi vida y he tenido la suerte de poder interactuar incluso con grandes felinos, por lo que creo que algo entiendo de su etología, comportamiento y gestualidad, que me son muy familiares.

Y, la verdad, no observo demasiado terror, ni siquiera sobresalto, en los dos mininos protagonistas.

Daisy muestra curiosidad. Nada en su conducta, cara, orejas, cola, cuerpo, pelo, denota que se sienta ante una amenaza o algo que la asuste realmente.

El hecho de estar sobre dos patas, aunque lo penséis así, no es tan extraordinario especialmente en gatos caseros y más en una superficie blanda como la cama. Además tened en cuenta que en esa posición expone una parte que ellos consideran vulnerable, como es la tripa, por lo que está dando a entender que no se siente amenazada en ese momento.

Su curiosidad parece más bien venir de su compañero que se acerca unos segundos después, pues da la impresión de que es su objeto real de atención.

Es más entre 0:32 y 0:34, primero con las orejas y luego girando toda la cara, da la impresión de concentrarse en alguien que pudiera estar muy en primer plano fuera de foco, quizá un operador (Y quizá otra explicación al golpe final a la cámara). Con todo y con eso, tampoco en ese caso muestra auténtica inquietud y de hecho rápidamente cambia de foco sin prestar mayor atención.

Y en cuanto a Calvin, su entrada en escena y paseo no pueden ser más tranquilos, teniendo en cuenta que el supuesto fantasma se encontraba justo a su lado al principio y detrás de él después. Además, el primero de aquellos saltos de 5 segundos faltantes, se produce precisamente cuando el minino debería pasar por delante de la puerta de la que salía la sombra fantasmal.

Mi teoría es que el gato al pasar, mira hacia la puerta con la tranquilidad de ver alguien conocido y sigue su camino con la misma parsimonia, cosa que no cuadraría con tener delante una aparición del más allá y que por tanto era mejor eliminar.

Tampoco en Calvin se muestra ningún síntoma de inquietud como pudiera ser correr, erizar el pelo, bufar o cualquier otro.

Por eso para mí, lo más revelador es precisamente el comportamiento de los dos protagonistas gatunos, que no cuadra con la parte central de la historia. Viendo las imágenes me resulta muy difícil pensar que de resultas de lo que se ve en ellas, los gatos presentaran un comportamiento anormal y preocupante a la vuelta de las mujeres.