Caprichos de color gatunos
En esta ocasión os propongo un divertimento visual. El misterio se halla en lo caprichosa que a veces es la propia Naturaleza.
Tanto que parece que, como si fuera una entidad queriendo comunicarse con nosotros, disfruta ofreciéndonos curiosidades que nos hacen preguntarnos cómo se producen, pues parecen dirigidas por una mente inteligente que sabe perfectamente qué busca y cómo lograr el máximo efecto.
Os preguntaréis a dónde voy a ir a parar. Pues bien, como os decía pienso en un momento de esos en los que una imagen, o varias en este caso, valen más que mil palabras.
A lo largo de la entrada conoceréis a dos simpáticas amigas gatunas: “Venus” y “Yana”. En ellas se puede percibir con claridad ese sentido del humor de la Naturaleza al que me refería.
Porque realmente hemos de reconocer que el particular aspecto de ambas hace pensar que obedece a algún plan deliberado para dejarnos con la boca abierta.
Venus fue la primera que se convirtió en estrella mediática cuando su dueña norteamericana comenzó a subir fotos suyas a la Red allá por el año 2012.
Rápidamente, su increíble pelaje, que de inmediato te da la impresión de haber sido pintado deliberadamente por un artista, incluso de ser un complejo “fake”, asombró a propios y extraños haciendo que la gatita adquiriera una popularidad global inusitada.
Desde luego, viendo su curioso aspecto uno no puede de dejar de mirar admirando la precisión de la distribución del colorido, de forma que la sensación visual es realmente la de estar viendo dos gatos en uno.
Mucho más cuando, por si fuera poco, la gata tenía heterocromía, es decir que sus ojos son de diferente color, cosa que acentúa hasta el extremo la diferencia entre sus dos “rostros”.
Al principio no faltaron los que creyeron que todo era un montaje más de los que abundan por las redes, negándose a creer que tan caprichosa precisión fuera simplemente obra de la Naturaleza. Sin embargo al final quedo claro que así era.
Y encima, cuando todos imaginaban estar ante una maravilla singular e irrepetible, desde la lejana Bielorrusia ha saltado al mundo otro caso casi idéntico, el de la pequeña Yana.
Si bien no exactamente igual a Venus, si es verdad desde luego que sus patrones de color son realmente similares, dando a las dos esa hipnótica apariencia de estar frente a dos gatos condensados en uno.
Lo más curioso es que, a modo de guinda del pastel, encima sus patrones son simétricos, por lo que si las pusiéramos una al lado de la otra parecería que es una única gata ante el espejo.
A lo largo de toda la entrada podéis ver fotografías de ambas con ese inconfundible aspecto casi irreal.
Lo que si se ve también es que estas gatas son tricolores, generalmente conocidas con el nombre genérico de “tabby” o “carey”. Patrón de color que como ya se sabe es casi exclusivo de hembras y no de machos.
Sin entrar en muchas profundidades, esto es debido a una pequeña particularidad genética a nivel cromosómico, que determina en primer lugar que se desarrolle una hembra y que además ostente finalmente esa combinación de colores.
Lo que ya no está nada claro, es de qué forma esa particularidad o alguna otra parecida puede llegar a “dibujar” con tal precisión, esos rostros perfectamente divididos en dos patrones cromáticos contrapuestos.
A estas felinas se les ha llegado a identificar con las míticas quimeras, animales mitológicos formados con partes de otros animales, e incluso algunos científicos especulan con que puedan tener doble ADN, en función de que por azar se haya mezclado simultáneamente el material genético de dos posibles padres.
Se ha hablado también de intervenciones extraterrenas que busquen llamar nuestra atención y hasta de ser la pista de alguna suerte de profecía indeterminada. Y por supuesto tampoco han faltado los que las identifican con la mala o con la buena suerte.
Sea como fuere, lo cierto es que su aparición es un hecho y francamente, en lugar de perderme buscando oscuros o ignotos significados, prefiero simplemente deleitarme con la contemplación de la misteriosa belleza felina de Venus y Yana.
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