Buscando al tigre blanco

Aparentemente pudiera estar justificado, pues se hablaba de la presencia de un felino no identificado de gran tamaño que vagaba a sus anchas por ahí, aunque eso no pareciera muy normal.

Si nos remitimos al relato cronológico del suceso, todo comenzaba el pasado 2 de enero, cuando en el municipio gaditano de Los Barrios, saltaba la noticia de semejante avistamiento.

El diario “Europa Sur”, por ejemplo, dio cuenta del suceso desde el principio y luego realizó todo el seguimiento. Incluso medios nacionales llegaron a citar esa noticia en algún momento.

Un vecino había aportado un vídeo y fotos de lo que sin duda era un felino que parecía ser de gran tamaño y rápidamente se identificó con un león o un puma o incluso un tigre.

Dado lo inusual del asunto, un gran felino en Cádiz y encima blanco, el tema tenía todas las papeletas para trascender rápidamente.

El animal estaba tranquilamente a sus cosas, transitando al parecer por un punto conocido como Finca de los Peces, en la carretera vieja de Benharás. Seguramente quién esté familiarizado con la zona podrá identificarla.

El vídeo fue enviado a las autoridades y rápidamente el Seprona de la Guarida Civil se puso tras la pista. Por su parte, el propio alcalde de Los Barrios, Miguel Alconchel, publicaba en su Facebook el vídeo en cuestión haciendo que se convirtiese en viral rápidamente. Podéis verlo bajo estas líneas.

Por supuesto, tras el consiguiente revuelo provocado por las imágenes, se tuvo que controlar la situación. Primero asegurando que eran reales, no un montaje y después tranquilizando a la población para dejar trabajar al Seprona en la recolección de pistas y datos.

En los días siguientes se estuvo especulando con el tipo de animal de que se trataba y el peligro que podía suponer, además de intentar averiguar de dónde pudo salir o escapar, pues desde luego no podía haber aparecido por arte de magia.

Durante los siguientes días, no hubo ningún nuevo avistamiento a pesar del montón de ojos y oídos que estaban ahora pendientes.

Por supuesto en los tiempos que corren los comentarios sobre el tema en las redes no paraban de crecer, dando lugar incluso a no pocos memes y montajes, como el que podéis ver junto a estas líneas.

Aparecieron eso sí algunos otros indicios como huellas y algo que también colaboró a incrementar el temor vecinal, pues se trataba de los restos de un ternero muy joven medio comido.

Pero al final, el misterio no duro demasiado. El 10 de enero, el Seprona emitía su informe preliminar en base a los datos analizados y el alcalde también lo hacía público.

Tras un análisis exhaustivo de las imágenes del vídeo y de otros indicios como las huellas, se llegó a la conclusión de que el animal era un felino, sí, pero simplemente un gato, de gran tamaño, pero un gato.

La distorsión producida quizá por la lente del teléfono con el que se grabó, hacía parecer al animal más grande todavía y equivocaba al ojo a la hora de determinar dimensiones.

Pero la fisonomía, dimensiones relativas del propio animal y manera de moverse, sumado al estudio de las huellas halladas, llevaban a la conclusión de que se trataba de un ejemplar de buen porte de gato común, seguramente un macho y quizá asilvestrado, pues tampoco ningún vecino ha reconocido al felino como suyo.

Y por si tenéis curiosidad, de aquel ternero que se halló parece que habría muerto por causas indeterminadas y luego un zorro habría estado alimentándose de sus restos.