Avistamiento de Big Foot

Es de nuevo el caso, con un vídeo que aunque data de hace ocho años atrás, a veces resurge de nuevo o aparece en las búsquedas de alguien sobre el tema que nos ocupa.

Este, como seguro habréis deducido por el título de la entrada, no es otro que el celebérrimo Big Foot.

El vídeo al que hago referencia se grabó en el norteamericano Parque Nacional de Yellowstone y se obtuvo con una de las cámaras de vigilancia remotas que la autoridades han dispuesto para facilitar la labor de sus funcionarios.

En realidad, el operador no buscaba ni esperaba nada misterioso, pues de hecho se puede observar claramente que su objetivo era vigilar un grupo de bisontes que aparecen en pantalla.

Dado que la cámara no era estática sino que contaba con controles PTZ, este detalle queda más de manifiesto pues se puede observar cómo se producen movimientos tanto panorámicos como de zoom, siempre en pos de los bisontes.

Esa pieza de vídeo fue posteriormente subida a la red por una youtuber de noticias llamada María Greeley, habiendo obtenido hasta el presente más de un millón ochocientas mil visitas.

María cuenta en su canal llamado “Noticias de Mary Greeley”, con más de 163.000 suscriptores y tiene subidos más de 600 vídeos, de diversos temas, muchos de naturaleza, pero ninguno en absoluto de temática paranormal.

¿Por qué digo esto? Porque parece dar la impresión de que, en efecto, ella tan solo pretendía subir un vídeo mostrando la naturaleza salvaje del Parque, incluido uno de sus famosos géiseres, el Old Faithful, que aparece también y que de hecho es el motivo de que la cámara esté allí ubicada.

Incluso si se observan la mayoría de los comentarios en ese vídeo, se diría que ni siquiera se han llegado a fijar en su parte misteriosa. Vosotros lo podréis ver al final de la entrada.

Pero desde luego, allí sucede algo inesperado, porque a partir del minuto 2 y 57 segundos, desde la derecha y en el espacio comprendido entre los dos o tres grandes árboles primeros y la tupida zona boscosa posterior, podemos observar que por allí aparecen unos invitados inesperados, ajenos a su aparición en pantalla.

Ni siquiera parece que el operador de la cámara repare en ellos pues en ningún momento da la impresión de fijar su atención en los visitantes.

Lo misterioso del caso es que se diría que estamos observando a toda una familia de Big Foot, a tenor de lo que nos muestran a distancia las imágenes.

Parece que uno va por delante y otros tres le siguen, para que finalmente sea algo más visible solo el primero. Es curioso también que tampoco ninguno de los bisontes haga ademán de prestar la menor atención a los seres.

Cuando algunas personas repararon en la extraña aparición fuera del foco principal, el vídeo tomo otro cariz y ganó nueva popularidad.

Hubo en aquella época diversas interpretaciones, pero a mí en su día me gustó el análisis que hizo otro youtuber, llamado ThinkerThunker y que en su canal subió un vídeo analizando más en detalle la parte jugosa del vídeo de María.

Su pieza ha llegado a tener a día de hoy tres millones cuatrocientas mil visitas y la tenéis también al final de la entrada.

Está en inglés y para poder comentar mejor, añadiré ahora algunas transcripciones de lo más interesante que el hombre desarrolla.

Según su opinión, para empezar sería muy difícil que tres o cuatro amigos se tomaran la molestia de conseguir unos trabajadísimos disfraces y se pusieran a pasear tranquilamente en pleno invierno, delante de una cámara, pero bastante alejados de ella y sin siquiera saber si alguien los va a ver.

Pero además, pasan muy próximos del bello pero peligroso geiser, por no decir lo cerca que llegan a estar de unos bisontes salvajes que sin duda serían mucho más rápidos que ellos y pueden ser bastante agresivos en ocasiones.

Eso sin hablar de que encima podrían verse envueltos en algún comportamiento delictivo federal de cara al departamento de Parques.

Quizá mucho riesgo, preparación y dificultades para una broma de muy dudoso recorrido, pero además hay otros aspectos raros, según el youtuber.

Por ejemplo, se toma la molestia de comparar las dimensiones de los seres usando como base a los bisontes, y de ahí se deduce que todos ellos sobrepasaban los dos metros de alto e incluso alguno por mucho, lo que complica más todavía el tema broma pesada.

Se fija además en las proporciones, resaltando que los brazos de las criaturas parecen ser de la misma longitud aparente que las piernas, lo que no sucede desde luego en los seres humanos que tenemos los brazos más cortos.

Llega al detalle de precisar que el que marcha en cabeza anda cojeando, tal como si estuviera herido en alguna forma, lo que la verdad se puede apreciar en su manera de caminar, distinta a los otros compañeros.

También habla de la posibilidad de que todo fuera un montaje utilizando gráficos generados por ordenador, pero hay detalles que hacen difícil este aspecto y más ocho años atrás, como por ejemplo el hacer que aparezcan y desaparezcan entre los árboles en su trayectoria, sin que se note el más mínimo acople de texturas o contornos.

Hacer esto de manera que parezca tan natural habría requerido un arduo trabajo de diseño, montaje, edición y computación, que habría llevado muchas más horas incluso que el tema de los disfraces y el paseo, por lo que en conjunto, la broma habría requerido una organización y preparación tremebundas.

Por último, resalta el hecho de que nadie se hubiera lanzado a la palestra a reclamar la autoría y el mérito del hecho, pues seguro que se le hubiera reconocido el arduo trabajo aunque fuera para hacer un engaño y habría tenido su momento de gloria. Hasta ahora, años después, sigue sin haber un autor declarado de esa posible broma.