Animales cuando duermes III
En esta nueva entrada relacionada con las anteriores, voy a poneros ahora algunos otros ejemplos sobre el significado más generalizado que se le otorga a un sueño, según sea la especie animal concreta que lo protagoniza.
Obviamente no van a estar todas las que se os puedan pasar por la cabeza, pero las que citaré sí parece que tienen una cierta tendencia a aparecer en nuestros sueños en diversos países del mundo.
Tampoco esperéis una lista de mil especies que haga esta entrada una sucursal de “El Qujote”. Más bien he colocado animales que curiosamente se repiten a la hora de hablar de sueños, aunque algunos os parezcan de lo más curioso en cuanto a que puede que no os imaginarais que ese animal concreto fuera visitante habitual de los sueños (O a lo mejor resulta que vosotros también lo visteis).
Sin más dilación comienzo a contaros cosas, pasando directamente a las especies (o familias genéricas) y sus significados. Únicamente deciros que los animales de los que voy a hablar harán su entrada por un práctico y aséptico orden alfabético.
Sin duda todo un animal simbólico del poder y la fuerza. Si la vemos volar alto nos indica la proximidad de un acontecimiento dichoso, mientras que si vuela bajo estaremos mostrando miedo hacia nuestro propio talento. Si somos atacados por alguna será que en nuestro interior tememos a las figuras de corte paternal o con autoridad, como nuestro jefe, por ejemplo.
Ardilla.
Podríamos decir que es un animal representativo de la superficialidad en los sentimientos. Si soñando vemos una en un bosque podemos confiar que nuestros proyectos llegarán a buen término, pero una vez logrados no nos aportarán más que una felicidad pasajera.
Por el contrario si vemos a la ardilla dentro de una jaula vamos a establecer relaciones que van a influir muy positivamente en nuestra vida.
Si lo que vemos son varias juntas, seguro que pronto nos va a llegar un dinero inesperado, pero a la vez nos pone en guardia para no malgastarlo una vez esté en nuestras manos.
Cuando en un sueño nos muerda alguna, podemos suponer que en nuestro entorno familiar vamos a vivir situaciones difíciles como discusiones o enfados graves.
Avestruz.
Al encontrar en nuestro sueño un nido con huevos podemos esperar grandes éxitos profesionales. Si alguno o todos los huevos parecen rotos, esos éxitos pueden llegar también, pero deberemos ser cautos y actuar con astucia para conseguirlos.
Si las vemos a lo lejos o corriendo, indica que estamos intentando huir o evadirnos de los problemas y que debemos aceptarlos para hacerles frente. Puede significar también que debemos asumir los errores del pasado y aprender a vivir con ellos y a aprender de ellos.
Ballena.
Si este animal aparece mientras dormimos nos viene a indicar que nos consideramos y seguramente somos, personas con influencia entre los que nos rodean y que infundimos respeto. Es también significativo que represente además que somos capaces de usar correctamente esa influencia para ayudar a los demás.
Ver una en un sueño flotando tranquilamente en la superficie del océano y más si estamos en una precaria situación económica es una buena señal de que llega una época de abundancia. Señal que aumenta su importancia si vemos a la ballena varada.
No es raro tampoco vernos como Jonás, en el interior de una ballena. En ese caso debemos evaluar al despertar qué sentimientos nos afloraron en ese momento, porque puede ser la pauta de nuestro comportamiento cuando nos tengamos que enfrentar a obstáculos inesperados. Derivado de eso, si nos vemos matando a una ballena significará que no aceptamos de buen grado los fracasos o la llegada de adversidades.
Soñar con búhos revela un mensaje de prudencia y alerta, pues personas que nos envidian intentarán dañar nuestra buena reputación con bulos maliciosos. Nos previene además para que tengamos un especial cuidado ya que esas personas son manipuladoras y peligrosas.
Si oímos a uno en el sueño, no presagia nada bueno y existe la creencia secular de que para combatir ese mal augurio se deben llevar en el bolsillo siete granos de sal gruesa. Pero atención, porque si llegamos a ver también a ese búho que escuchamos y resulta que es blanco, el mensaje cambia radicalmente pues nos aventura el éxito en nuestro trabajo y la estabilidad.
Añado aquí a una pariente cercana como es la lechuza, ávida visitante también de nuestros sueños y a la que se le atribuyen unos significados generales muy parecidos a los del búho.
Suele estar un poco más específicamente ligada a murmuraciones y conflictos ocasionados por personas que hablan de más.
Si únicamente la escuchamos a lo lejos, es señal de desgracias familiares y debemos estar prevenidos.
Cuando herimos en parte o fatalmente a una lechuza, indicará que aquellas personas que conspiran en nuestra contra no lograrán sus objetivos, pero si simplemente somos testigos de cómo son otros los que provocan daño al animal, debemos entender que en ese caso son nuestros propios comentarios los que están causando un mal a terceros.
Caballo.
Otro de los habituales en muchos sueños, este noble animal es señal de pasiones fuertes y correspondidas, especialmente si vemos un caballo blanco galopar airoso.
Por el contrario si vemos un pobre jamelgo flaco nos indica que debemos mejorar notablemente nuestro autoconocimiento. Si lo que vemos es un caballo que huye desbocado al galope, nos estamos alejando de la senda que debemos recorrer.
Si nos vemos como jinetes de un brioso caballo salvaje debemos temernos una infidelidad, pero ojo, sin que haya una señal ahí que nos indique si seremos los que la suframos o los que la protagonicemos.
Camaleón.
No es tan raro como pueda sonar que este animal sea reportado en un sueño. Se le suele relacionar con los engaños y las traiciones quizá por su capacidad para camuflarse y dar impresión de lo que no es.
Si soñamos con uno de ellos, tenemos la mala suerte cerca y grandes posibilidades de sufrir una traición por parte de alguien de nuestro entorno cercano. Debemos por tanto mantenernos alerta, más todavía si vemos camaleones, en plural.
Canario.
Cuando vemos aparecer canarios podemos considerarlos un presagio de bienestar en nuestro hogar, así como de la llegada de nuevos encuentros y amistades que enriquecerán nuestro plano afectivo. También podemos verlo como una señal de victoria sobre nuestros enemigos.
Si lo oímos cantar para nosotros, recibiremos buenas nuevas de alguien de quien no sabíamos nada hace tiempo.
Al vernos liberando a uno de una jaula estamos indicando que anhelamos esa libertad que todavía no hemos logrado conseguir.
Apuesto a que no pensabais encontrar este animal en la lista, pero está en ella. Es un aviso de la aparición de impedimentos diversos en nuestro camino.
Suele ser señal de que tenemos cerca a un astuto enemigo, por ejemplo en nuestro entorno de trabajo, que persigue ganar posiciones a costa de hacernos quedar mal, pudiendo utilizar los ardides más insospechados para conseguir sus fines.
Si en el sueño nos atacan, estaremos a expensas de rumores y murmuraciones que buscarán hacernos daño, pero si logramos vencer al canguro que nos atacó podemos estar seguros de que al final la victoria será nuestra.
Caracol.
En este caso no sacará los cuernos (los ojos en realidad) al sol, sino que nos acompañará en nuestros sueños y si nos vemos cogiendo alguno y cambiándolo de lugar nos estará indicando que para nosotros las personas que nos rodean no actúan con la suficiente celeridad en sus asuntos y eso nos puede traer consecuencias. Eso se complementa con que si nos metemos como por arte de magia en la concha de algún caracol será que esa impaciencia que comentaba antes puede molestar a los otros y hacernos enemigos.
Cuando los vemos aparecer en cantidad nos están sugiriendo la posibilidad de que podamos realizar un largo viaje que nos traerá ocio y relajación. Y si estamos degustando estos moluscos significará que haremos cosas sin pensar que nos satisfarán en un primer momento pero que a la larga nos causarán muchos problemas.
Castor.
Otro invitado que tal vez penséis que debe salir poco en los sueños pero que sin embargo sí lo hace. Suele estar unido al altruismo, la laboriosidad y la capacidad de control, quizá por ser un animal capaz de realizar grandes obras y estar ligado al medio acuático. Reflejan también nuestra espiritualidad y aquellas cualidades que nos llevan a ser mejores.
Si soñamos con uno indica que estamos satisfechos con nuestra manera de afrontar los proyectos importantes.
Si vemos a algunos trabajando en sus típicas presas en los ríos, el significado dependerá de los sentimientos que nos produzca esa visión en el sueño. Si tenemos pensamientos agradables y positivos será señal de nuestro éxito y fortuna en un plazo corto de tiempo, sin embargo, si sentimos desazón o disgusto es seguro que creemos no ser valorados en el trabajo y por tanto hacemos nuestra tarea sin motivación pensando que nunca obtendremos un justo reconocimiento.
Cucaracha.
Si vemos estos insectos en sueños estaremos denotando una necesidad interna de renovarnos emocionalmente, por lo que deberíamos autoevaluarnos y ver cómo de contentos estamos con nosotros mismos.
Suele interpretarse también como un indicio de la presencia de obstáculos y contrariedades. Aquí nuestra actitud en el sueño determinará el resultado, pues si las combatimos saldremos adelante, pero si no hacemos nada puede indicar que nos veamos superados.
Cuervo.
Un clásico. Suele indicar malos presagios y épocas de soledad. Si nos aparece en un sueño nos anima a reflexionar sobre nuestra vida y revisar nuestros actos y metas.
Como sucede con otros animales, también se explica como un toque de alerta ante una próxima traición por parte de alguien en el que confiamos.
El archiconocido mamífero marino suele estar unido en los sueños a la inteligencia y a la representación de las personas de nuestro círculo próximo, ya sean familiares o amigos, con las que solemos contar.
Nadar en nuestro sueño junto a uno de ellos suele denotar que a la hora de tomar decisiones lo hacemos sensatamente y sin perder el tiempo. Si simplemente lo vemos nadar a lo lejos es un buen indicio de que contamos con buenos y sinceros amigos, aunque si lo vemos fuera del agua es posible que una de esas buenas amistades esté llegando a su fin.
Si en el sueño nos viéramos dando de comer a un delfín, significa que en la etapa de la vida en la que estamos hemos adquirido nuevas experiencias que nos serán de gran ayuda para afrontar el futuro.
Elefante.
Evidente símbolo de fuerza y de poder, así como de vigor sexual. Si nos vemos montando sobre uno de ellos podemos esperar la victoria en nuestras batallas diarias y si lo estamos alimentando, seguro que contaremos con protección para conseguir esa victoria.
Cuando en el sueño veamos uno que avanza sin dudar hacia nosotros será indicio de que nos van a salir al paso nuevos obstáculos. Si además acabamos enfrentándonos al elefante, esos obstáculos no serán nada fáciles de sortear, aunque si en el sueño el animal está especialmente furioso, nos indicará que en nuestro fuero interno contamos con el conocimiento para vencer esos obstáculos.
Erizo.
El significado de los sueños con este animal viene un poco determinado por sus propias características físicas, pues en efecto nos vienen a hablar de que la arrogancia, grosería o aspereza de una persona por fuera, que podemos ser nosotros mismos, oculta en realidad un interior sensible, bondadoso y vulnerable que queda oculto por el temor de ser dañado.
Si se nos aparece uno tan cerca como para que lo podamos tocar, puede ser que nos vayamos a ver envueltos en alguna situación con alguien cercano en la que emitamos un mal juicio y acabemos causando un daño, lo que luego nos hará sentirnos culpables.
Cuando lo que sucede es que en el sueño capturamos a uno de estos animales, significaría que buscamos ser atractivos para alguien que hasta el momento nos rechaza y para hacerlo podemos estar utilizando métodos que no son los acertados.
Foca.
Se piensa que es símbolo de soledad afectiva, por ello cuando aparece nos puede indicar que no somos capaces de entregarnos completamente por miedo al engaño y la decepción.
Puede ser también que esa incapacidad se deba a depender demasiado de las convenciones sociales o religiosas. Hasta puede ser que denote una oculta inmadurez.
Si nos viéramos en el caso de acabar convertidos nosotros mismos en una foca, será señal de que nuestro proceder nos va a causar problemas con las personas de nuestro entorno, pudiendo provocar el final de alguna relación, ya sea sentimental o de amistad.
Por supuesto supongo que lo esperabais en la lista. Junto con el perro es seguramente el animal que más aparece en los sueños. Evidentemente el hecho de la estrecha relación de humanos y gatos y el que sea una de las mascotas favoritas del público tienen un peso considerable en esta ecuación.
Habida cuenta también de cómo se ha relacionado al gato desde la noche de los tiempos con aspectos mágicos y metafísicos, era lógico también que en el mundo onírico tuviera una gran relevancia y de hecho los posibles mensajes que nos puede transmitir pueden variar sustancialmente en función del resto de particularidades del sueño en que aparezca.
No obstante, como esta entrada viene determinada por intentar hablar de una buena variedad de animales, tampoco voy a escribir ahora mil líneas sobre el gato y los sueños. Sí comentaré algunos significados mayormente aceptados reflejando situaciones que seguro casi todos han visto alguna vez en sus ensoñaciones.
Si nos vemos con un gato encima o tumbado a nuestros pies, seguro que hay alguien que está intentando acercarse a nosotros en el aspecto afectivo. Si el minino se frota en nuestras piernas hay que estar alerta pues nuestros amigos cercanos pudieran estar tratándonos con hipocresía.
Al alimentar a alguno en sueños, podemos esperar que se produzca una rivalidad problemática con alguien cercano, mientras que si uno nos ataca, debemos esperar una traición inminente por parte de alguien de confianza.
Por último, si oímos rascar en una puerta y al abrirla encontramos un gato, significaría que cerca de nosotros hay enemigos dispuestos a perjudicarnos.
Y tras el gato, haremos aquí un intermedio. En la próxima entrada continuaré esta lista alfabética…
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