Hoy os quiero traer a MISTERIO ANIMAL unas cuantas historias de las que tenía archivadas por ahí con el común denominador de contar todas ellas con la presencia de fantasmas felinos, en concreto gatos.

Como ya he comentado en otras ocasiones anteriores, es este un animal dotado de una especial conexión con el mundo psíquico en la mayoría de sus variantes y por ello no es de extrañar que también sea el protagonista de no pocas historias de apariciones a lo largo y ancho del mundo y de la historia.

En los cuatro casos que os quería comentar en esta entrada se describen las dos variedades que se encuentran, la número uno, a la que pertenecen los dos primeros, es aquella en la que el animal es visto una vez muerto por sus antiguos propietarios, mientras que la número dos y algo menos frecuente, a la que pertenecen los otros dos casos, es aquella en la que los testigos no habían tenido ninguna relación previa con el animal aparecido.

Dicho esto entremos en materia. La historia más alejada en el tiempo ocurrió en 1991. Todo comenzó cuando el matrimonio formado por Tim y Eileen Reed de Massachussets, estaban tomando unas fotos de su pequeña hija de tres años con su cámara Kodak de 35 mm, de las de carrete de toda la vida. El caso fue que cuando recogieron las fotos después de revelarlas, la señora Reed no pudo por menos que fijarse en una de ellas. Es la primera de las fotos de esta entrada.

Niña y gato fantasma.Detalle niña y gato.Como se puede apreciar, detrás de la niña se puede ver claramente una silueta luminiscente al lado del frigorífico. Si la miramos más detenidamente podríamos concretar que sería reconocible como la forma de un gato.

Lo curioso del caso es que fue la misma Eileen Reed la que apuntó en esa dirección pues cuando el caso se comentó en la prensa local de la época, ella misma proporcionó el detalle de que la familia había tenido un gato que había muerto por causas naturales siete meses atrás y que curiosamente habían encontrado ya muerto una mañana, precisamente al lado del frigorífico, por lo ellos mismos estaban convencidos de que la figura que había captado la cámara no era otra que la de su gato.

Por supuesto, en el momento de hacer la fotografía no había nada visible en apariencia tras la niña. Además la señora Reed también comentó como algo que la había llamado la atención, que esa foto era una más de una serie y que en todas la niña estaba sonriendo. En todas excepto precisamente en la foto en que aparecía el gato en la que según la madre la niña salió con una expresión de tristeza en la cara diferente.

Se hizo un análisis del negativo y resultó que aparentemente no estaba manipulado. Tampoco se pudo constatar que el matrimonio Reed fuese tan aficionado a la fotografía como para tener los conocimientos necesarios para trucar negativos de los de entonces.

Incluso se llegó a observar como un punto más que pudiera dar verosimilitud a la foto, que daba la impresión de que la figura del gato había sido capaz de dejar un ligero reflejo en el lateral del frigorífico como si allí hubiera habido realmente algo con luz propia. La calidad de la reproducción no sé si permitirá llegar a apreciarlo, pero yo recuerdo en aquel tiempo haber visto un detalle de la imagen (al que perdí la pista) en el que efectivamente daba esa impresión.

Entrando en la segunda historia del día, os puedo decir que ocurrió también en los Estados Unidos y fue dada a conocer por John y Alice hacia 2003-2004, lamentablemente no puedo precisar más la fecha y ubicación exactas.

El caso fue que la pareja tenía dos gatas, “Tera” y “Savanah”, que eran hermanas y a las que ambos adoraban. Dado que vivían en una localidad rural, tenían terreno y las gatas campaban a sus anchas entrando y saliendo de la casa.

Una noche mientras estaba haciendo una excursión nocturna, Savanah fue atacada por otro animal, aun así logró zafarse malherida y llegar a casa. Cuando la pareja la vio en ese estado corrieron al veterinario, que fue el que les informó de que por el tipo de heridas que tenía la gata el atacante había sido un búho. Lamentablemente la gravedad de las lesiones sólo dejó al veterinario la opción de “dormir” al animal, cosa que John y Alice hubieron de aceptar con el corazón roto.

Enterraron a su querida gata en su jardín y quizá la historia simplemente hubiera quedado en sus recuerdos y en su interior, de no ser por lo que ocurrió tan sólo dos días después.

Estaban haciendo unas fotos a Tera su otra gata y una de ellas la hicieron en un momento en que la minina se había ido a tumbar justo junto a la tumba de su hermana recién desaparecida.

Gato con gato fantasma.Detalle gato con gato.La sorpresa de Alice fue mayúscula cuando al descargar las fotos en el ordenador, se trataba ya de una cámara digital, se fue a fijar precisamente en esa foto para descubrir que detrás de Tera parecía percibirse la silueta de otro gato, que para ella era inconfundible. No podía ser otra más que su querida Savanah. Es la foto que podéis ver junto a estas líneas.

Quedó tan impactada que llamó a John para que fuera a ver las fotos de ese día, pero se calló el detalle de la foto misteriosa. Cuando se pusieron a repasar juntos las fotos, su novio le hizo detenerse un momento también en la foto en cuestión, incluso una vez pasada le pidió a Alice volver hacia atrás, pero cuando ella esperaba algún comentario referido a la aparición, él simplemente tuvo unas frases cariñosas de recuerdo hacia Savanah y siguieron viendo las otras fotos.

Pero ella no lo quiso dejar así y cuando terminaron le preguntó simplemente si había observado algo fuera de lo normal en alguna de las fotos sin especificar más.

De inmediato John se fue a buscar esa en concreto. Resulta que ambos habían visto lo mismo, pero no se habían atrevido a decírselo al otro. Los dos están convencidos de que su querida Savanah había vuelto para decirles que estuvieran bien, que ella también lo estaba y al igual que para los humanos para los gatos había otro plano después de la muerte.

Ellos en su día quisieron compartir eso con quienes pudieran estar en su misma situación y según sus propias palabras aunque siguieron recordando cada día a su gata, ese nuevo pensamiento les reconfortó.

Curiosamente, desde entonces intentaron en muchas otras ocasiones volver a captar algo con su cámara, pero ya nunca consiguieron otra foto igual. Creen que una vez dado su mensaje de despedida, Savanah siguió su camino hacia el Más Allá.

El tercer caso que os presento tuvo lugar en la otra punta del mundo, concretamente en la localidad de Taranaki, en Nueva Zelanda. Allí, en Julio de 2009, la pareja formada por Ross y Donna Sowerby habían sufrido tiempo atrás un pequeño robo en su residencia por lo que habían optado por instalar un sistema de vídeovigilancia, esperando disuadir a los ladrones o como mal menor que si volvían al menos pudieran ser grabados. Con lo que no contaban es con la inesperada escena con la que se iban a topar un día repasando el vídeo.

Para su infinita sorpresa la cámara había captado lo que parecía el vagabundeo de un ser incorpóreo que ellos sacaron parecido con lo que podría ser un gato fantasma. Recordaron además de inmediato que un gato perteneciente a su vecino había sido atropellado por un coche en las inmediaciones unos pocos meses atrás.

Coincide además que en la parte final de esos segundos de grabación un gato real pasa también frente a la cámara lo que a ellos les hizo notar aún más el parecido.

Posteriormente el “Taranaki Daily News”, medio que difundió la grabación, hizo analizar la secuencia por un experto en edición de vídeo que no pudo asegurar al 100% que el vídeo no hubiera sido editado, pero tampoco pudo encontrar una huella concreta de que así fuera.

Incluso se pudo constatar que ni Ross ni Donna tenían los conocimientos básicos para haber realizado un montaje. De hecho ni siquiera tenían conexión a Internet en su residencia y el propio Ross se ofreció a que el experto entrara en su ordenador en busca de programas o indicios de que ellos hubieran podido prepararlo todo. Se pensó también en que su hijo adolescente hubiera podido gastarles una broma pues quizás hubiera sido la única persona que hubiese sido capaz hacerlo, pero el caso es que se comprobó que durante las horas en las que se estuvo grabando el vídeo al que pertenece la secuencia extraña la casa estuvo vacía pues ellos estaban en sus trabajos y el chico en el instituto y en sus entrenamientos después.

Por eso el misterio sigue ahí. El experto fue lo suficientemente honesto como para decir que después de sus análisis no podía afirmar que el vídeo fuera falso, mientras que los Sowerby están convencidos de que realmente grabaron algo fuera de lo normal aquel día.

Como si no os llegó la noticia en su día supongo que estaréis deseando ver la secuencia de marras para sacar vuestras propias conclusiones, os la pongo a continuación.


La última historia con mininos fantasmales que os contaré hoy es la más reciente en el tiempo y para conocerla debemos trasladarnos de nuevo a los Estados Unidos, más concretamente a la población de Napanoch, en el estado de Nueva York.

Allí existe un hotel que es bastante conocido tanto en la ciudad como fuera de ella. Y lo es más que por sus instalaciones o comodidades por su leyenda paranormal. Hablo del “Hotel Shanley”.

En efecto este particular hotel de 35 habitaciones regentado actualmente por el Sr. Sal Nicosia, tiene un amplio historial de sucesos paranormales en sus muchos años de historia, tan es así que periódicamente a lo largo del año se realizan investigaciones por equipos que se instalan allí y el propio hotel utiliza como principal reclamo publicitario esta circunstancia.

De hecho y como algo muy curioso, aparte de existir el alojamiento normal en cualquier establecimiento hotelero, aquí se puede uno alojar unas horas tan sólo, para hacer una investigación, sin tener que coger habitación alguna.

No voy tampoco a extenderme ahora por las muchas historias referidas al Shanley, pero quien quiera saber más puede visitar su página web: www.shanleyhotel.com.

No obstante, lo que si me interesa ahora es un caso concreto sucedido el 15 de Enero de 2013. En esa fecha, un equipo de los que habitualmente andan haciendo investigaciones por allí, pudo captar con una cámara de visión nocturna una secuencia reveladora.

Habían colocado una cámara fija apuntando a una de las habitaciones propensas a presentar fenómenos extraños, en concreto la habitación número 13, a la que también llaman la “Claire Room”, la habitación de Claire, donde se aparece el fantasma de una mujer, evidentemente la misma Claire que da nombre al cuarto.

Pues bien lo que nadie esperaba es que en lugar de a ella ese día la cámara capturó lo que sin duda parece con toda claridad el fantasma de un gato entrando en la habitación.

Puede verse que va con la cola levantada en un gesto tan familiar para todos los que tenemos gatos. Hay que decir que el equipo que realizó la grabación no pudo dar una explicación a lo que ellos mismos habían filmado.

Se puede añadir que al conocer el vídeo, el propietario del hotel destacó que su gato, él tiene uno, había estado muy nervioso y que la habitación número 13 parecía haber estado en el epicentro de ese comportamiento. Obviamente se pudo descartar categóricamente que hubiese sido el gato de Sam Nicosia el que aparecía en imagen en esa secuencia, así como tampoco se pudo hallar indicio alguno de la presencia de más felinos en las instalaciones o de que hubiera podido colarse alguno dentro del hotel en esas horas.

A continuación y para terminar, os dejo un extracto que conseguí donde aparecen esos curiosos segundos que captó la cámara, con el fin de que podáis opinar sobre el particular.

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