Algo en el barro

Cómo suele ser habitual, basta que andes buscando que suceda algo raro en imagen para que no pase. Sin embargo lo que suele ocurrir es lo contrario, que cuando estás a lo tuyo, en lo más cotidiano, sea el momento en el que aparece la sorpresa.

Es lo hace poco le ocurrió a una familia inglesa que disfrutaba de un día de playa. Se encontraban a finales de agosto en la localidad galesa de Morfa Bychan y la madre, Debbie Clintworth, estaba jugando con su hijo Joseph, de cinco años.

Como no podía ser menos, no paraba de hacerle fotos con su móvil y en un momento dado quiso hacerle un pequeño vídeo mientras el chavalín corría por la playa chapoteando en plena marea baja.

Fue entonces cuando algo no buscado sucedió, aunque es cierto que según las declaraciones posteriores de la mujer, en el directo, en el momento de grabar, no notó nada extraño centrada quizás en su hijo.

Pero ya en casa, revisando los resultados de ese día de playa si percibió algo raro en los momentos finales de ese vídeo.

Porque si nos fijamos en la parte de abajo, podremos ver algo que tiene en principio el aspecto de ser como un montículo de barro, pero de repente se mueve y se agita justo cuando Joseph se acerca a su situación.

No es grande, pero sí con una forma que hace sumamente difícil discernir de qué se trata, pero lo que es indiscutible es que se mueve y que ese movimiento parece intencionado.

Siendo completamente incapaz de hallar una explicación para lo que aparecía en su vídeo, Debbie hizo lo que la mayoría en estos días y subió el vídeo a sus redes sociales por si alguien podía ayudar a identificar lo que fuera que había grabado.

Si bien es verdad que su petición no se convirtió en algo viral en el sentido de los millones y millones de reproducciones y comentarios, sí recibió muchas opiniones de gente que expresaba sus ideas e intentaba arrojar luz sobre el misterio.

Se sugirió de todo, desde cangrejos a aves limícolas, pasando por gusanos del barro o movimientos debidos al simple viento.

Se hicieron públicas también opiniones más autorizadas como la de Frankie Hobro, a la sazón directora del cercano zoológico marino de la isla de Anglesey. Ella daba como sugerencia la teoría de que se tratara de algún tipo de crustáceo semienterrado en la arena y por eso no se distinguía bien su forma y lo que aparente se movía era el propio lodo.

Como segunda opción hablaba de algo similar pero con alguna pequeña ave limícola de las que andan por la arena en la marea baja. Si bien también es cierto que reconocía que tampoco ponía la mano en el fuego y resaltaba que a la vista de las imágenes era realmente complicado determinar con certeza qué tipo de criatura era aquella.

Por ahora y que se sepa, nadie ha conseguido poner encima de la mesa ningún dato que aclare sin dudas qué grabó Debbie ese día.

En lo que a mí respecta, debo reconocer que tampoco me suena a nada que yo conozca, aunque en lo particular sí me han llamado la atención un par de detalles de ese momento, que simplemente os comento ahora.

En primer lugar el instante justo del inicio del movimiento de la supuesta criatura, que según lo mires puede dar la impresión de saltar algún frame, como si se produjera un pequeño e ínfimo salto en la grabación, un corte, si queréis, cosa que suele indicar manipulaciones.

Por supuesto es nada más que una impresión producto de haber visionado multitud de vídeos de este y otros estilos, editados y no editados, no habiendo trascendido hasta ahora ninguna noticia al respecto de que se haya descubierto que la mujer manipulara adrede las imágenes.

Pero como a mí me producía esa impresión, yo os la comento. El segundo punto que me parece curioso es el sentido en sí del movimiento del ser.

Me explico. Si os fijáis, al llegar el niño el montículo se mueve justo como si algo le llamara la atención, pues no es un movimiento de carrera o de huida, pero lo hace en dirección contraria a la de la llegada de Joseph.

Entiendo que si el movimiento se produce por la irrupción del niño en su cercanía, lo lógico sería moverse o “mirar” en la dirección de aparición de esa posible amenaza, no en la contraria.

Esos son los dos detalles que a mí me han llamado más la atención, aparte lógicamente del propio aspecto de la supuesta criatura. Pero como siempre, os dejaré ahora las imágenes de las que hemos estado hablando para que vosotros mismos emitáis vuestro veredicto al respecto.